No todo son malas noticias: la cuarentena ha mejorado la relación entre padres e hijos
La capacidad de adaptación al cambio y la comprensión mutua son las cualidades que citan como clave para amoldarse a esta situación
Todos los días frente a la televisión o en las redes sociales consultadas desde nuestro celular, nos damos cuenta del riesgo latente que implica el coronavirus. Nos enteramos de las estadísticas negativas alrededor del mundo y nos llenamos de estrés por no saber cuándo volveremos a tener la vida de antes.
Sin embargo no todo ha sido malo en este tiempo que hemos pasado juntos en casa con la familia y los hijos. Si bien no ha sido sencillo ser padre o madre y profesor de cualquier grado escolar, estudios demuestran que un gran número de personas se siente pleno en la relación su hijo dentro de la experiencia que les ha brindado la cuarentena.
Un 80% de los padres considera que las semanas de confinamiento con motivo de la pandemia del Covid-19 han servido para mejorar la relación con sus hijos y un 50% opina que después de esta experiencia la relación con sus hijos cambiará a mejor.
Este estudio fue elaborado por el fabricante de snacks Risi, que determina que padres e hijos están ahora “más unidos que antes, se entienden más, han pasado juntos tiempo de calidad, existe una mayor complicidad y valoran aún más los momentos en común”.
El 58.6% de los padres encuestados considera que ha superado el reto de trabajar desde la casa, pero las preocupaciones en cuanto al cuidado de los hijos han variado dependiendo de la edad de los niños. Para la mayoría, los mayores de diez años son mucho más difíciles de entretener en casa que los más pequeños, aunque, según el criterio de los padres, se han portado bastante mejor que los pequeños.
Muchos de los padres encuestados coinciden en que sus hijos han desarrollado durante el confinamiento habilidades como la paciencia, la superación y la responsabilidad y opinan que estas semanas han supuesto una oportunidad para redescubrir a sus hijos, ya que el tipo de vida que llevaban antes les impedía tener tantas horas al día para estar con ellos.
La capacidad de adaptación al cambio y la comprensión mutua son las cualidades que citan como clave para amoldarse a esta situación.
En lo que se refiere al entretenimiento, el sondeo de Risi recoge que los más pequeños, de 3 a 10 años, han optado por manualidades y actividades más sensoriales y de juego cooperativo; mientras que los mayores de diez años han aprovechado estos días para hacer recetas de cocina, ayudar en las tareas de casa, ver series y películas, además de jugar con las consolas. Una amplia mayoría de los niños ha destacado la suerte de poder estar más tiempo con sus padres.
Valdrá la pena que al final de esta situación, pueda rendirse un homenaje simbólico a estos niños que, a juicio de los padres, dieron señales de buen comportamiento y adaptación a los cambios sociales, pese a haber estado separados de sus amigos, abuelos y hasta de no haber salido a la calle.