Hija de inmigrantes mexicanos se gradúa como médica por UCLA
Contribuye a abatir la aguda escasez de médicos latinos que hablan español en California y la nación
A Melissa Ríos, una joven angelina, hija de inmigrantes mexicanos se le cumplió el sueño que nació en su infancia cuando viajaba a la tierra de sus padres, y veía lo difícil que era para sus familiares el acceso a un médico. Este viernes se graduó como médica familiar y con una maestría en salud pública por la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA).
Su graduación no solo trae orgullo a su familia sino que aporta un granito de arena a la crítica escasez de médicos latinos en el estado y la nación. Solo el 6% de los médicos en California son latinos cuando casi el 40% de la población es latina.
“Me siento muy contenta. Es una culminación de años y años de esfuerzo. No ha sido fácil. He ocupado mucho de la ayuda de mi familia y mentores, pero me da mucho gusto que he podido lograr este sueño”.
Pero no toda termina con su graduación de la escuela de medicina. En los siguientes tres años, estará enfocada en especializarse en pediatría en el Hospital de Niños de los Ángeles.
Melissa nació hace 28 años en Panorama City en el Valle de San Fernando en el condado de Los Ángeles. Pero después se mudó junto con sus padres Enedelia y Rutilio Ríos a la comunidad de Sylmar donde creció.
“Mis padres son de Zacatecas. Él es de El Molino, un ranchito. Mi madre de otro ranchito, Jabalines. Cruzaron la frontera corriendo cuando eran muy jóvenes. Ella de 20 años y él de 19 años”, relata.
La pareja primero tuvo a un hijo varón quien ahora tienen 30 años, es ingeniero mecánico y vive en South Florida; y después nació Melissa.
Por mucho tiempo su madre trabajó en la limpieza de casas hasta que consiguió empleo como supervisora de los estudiantes en la secundaria Camino Real en Woodland Hills, un barrio de clase alta en el Valle de San Fernando.
“Ahí asistí a la secundaria. Hacíamos una hora diario entre Sylmar y Woodland Hills. El sueño de mi madre era que nos preparáramos muy bien. Ella se involucró mucho en nuestros estudios”.
Su padre tenía tres diferentes empleos como mesero. “Veía a mi papá una vez a la semana. Trabajaba todos los días. A veces la única indicación que teníamos de él, era cuando nos dejaba un cajita con comida de algún restaurante donde trabajaba”.
En la actualidad, labora en una fábrica donde hacen partes para aviones.
Por qué la medicina
Melissa dice que su mayor inspiración para convertirse en médica, nació en sus viajes a Zacatecas, México.
“Mi primer viaje fue cuando yo tenía casi dos años. Mi papá quería que apreciáramos las oportunidades que se nos ofrecían en EE.UU. pero que también entendiéramos la vida que llevaba la familia que se había quedado allá, mis abuelitos, mis tíos, así como la cultura mexicana”.
Cuenta que le impactó mucho saber de las dificultades que tenía su abuelo para el acceso médico.
“Mi bisabuela se murió de una hemorragia cuando ella era muy joven, a los 23 años. Había tenido a sus niños en su casa. Mi mamá sufrió de fiebre reumática cuando se le infectó una muela, no se atendió y se le pasó a la garganta, y de ahí empezó con mucho dolor en sus coyunturas”.
Dice que a medida que crecía, pensaba que los problemas de acceso médico en el rancho de su familia, eran por no tener dinero para ir al doctor.
“Pero me dí cuenta que esos mismos problemas ocurrían en Sylmar y en Los Ángeles porque había miembros de mi familia que no tenían documentos ni aseguranza. Tampoco entendían el inglés, y por eso no podían ir al hospital o a la clínica”.
Platica que muchas veces su mamá salió del hospital llorando por no poder comunicarse con sus doctores.
“Nadie la entendía, y ahí es cuando nació mi sueño de ser una doctora. Sentía que si yo hablaba español, la vida sería más fácil para mis pacientes. Mi abuelo sufrió mucho de diabetes, perdió la vista y fue muy difícil ayudarle”.
Melissa se graduó de médica en una ceremonia virtual de casi dos horas organizada por UCLA, en la que participaron conectados por Internet no solo sus padres desde Sylmar sino su hermano desde Florida, y sus abuelos, primos y tíos en Zacatecas, México. “Ha sido un día muy esperado por la familia”.
Orgullo paterno
Rutilio, el padre de Melissa confiesa que es un gran orgullo que su hija se gradúe de doctora, una carrera que considera muy difícil y competitiva.
“Ella es muy dedicada al estudio, y tiene una disciplina que he visto en muy pocas personas. A veces se frustraba porque ella siempre quiere dar el máximo, y ser una de las más sobresalientes”.
Su madre Enedelia platica que a los diez años, Melissa escribió en su diario que quería ser pediatra, y que iba a tratar muy duro para lograrlo, y que sus padres estuvieran muy orgullosos de ella.
“Tenía un botiquín con el que soñaba ser doctora, jugando con sus muñecas”.
Confía que se sienten extremadamente felices de que haya alcanzado el sueño de ser doctora.
“No se imaginan el gusto que sentimos como papás sobre todo porque nosotros no tuvimos estudios y venimos de familias muy grandes. Mi sueño siempre fue estudiar, pero en mi familia éramos diez. No podía concentrarme en el estudio, sabiendo que tenía que ayudar a mi mamá con mis seis hermanos más chiquitos”.
Además de todo – dice – Melissa tiene un gran corazón y es una excelente hermana. “Es la hija que cualquier padre quisiera tener”.
Graduada de UCLA PRIME LA
Al tiempo que Melissa se graduó como doctora, obtuvo su maestría en salud pública a través de UCLA-PRIME LA —programa que comenzó en el año 2008 y del que se han graduado 130 médicos con doctorado médico y maestría en salud pública.
“Se matriculan 18 estudiantes en este programa cada año. Es para estudiantes que desean ser doctores para nuestras comunidades, y se enfoca en preparar a aquellos que tienen el deseo y ganas de trabajar con la comunidad latina y otras de bajos ingresos”, dice el doctor Gerardo Moreno, profesor de medicina familiar y director ejecutivo de PRIME-LA de la Escuela de Medicina David Geffen de UCLA.
Sobre Melissa, de quien ha sido su mentor, comenta que tiene mucha pasión por ayudar a los jóvenes hispanos, y a su vez ha sido mentora de muchos de ellos.
Al graduarse como médica, Melissa contribuye a aumentar el número de médicos latinos en el país y en California. “Solo el 6% de los doctores son latinos en California y nacionalmente representan el 4%”.
El doctor Moreno señala que las investigaciones muestran que los doctores que hablan español tienden a servir a los pacientes de habla hispana.
“Necesitamos más programas como PRIME para satisfacer las necesidades de la comunidad latina”, subraya.