Lis Vega: Así era la casa donde vivía la sensual cubana antes de su divorcio de Mauro Riveros
Te llevamos a conocer la casa que tenía la bella cubana junto a su ex esposo y en la que solía lucir su envidiable figura en bikini
La cubana Lis Vega, de 42 años, estuvo casada de 2013 a 2019 con el modelo chileno Mauro Riveros, con quien en su momento se mudó a vivir a la ciudad de Cuernavaca, ubicada a una hora de la Ciudad de México.
La bailarina y su pareja se trasladaron a la conocida como Ciudad de la Eterna Primavera a principios del 2016, con el fin de alejarse del bullicio y el tráfico de la capital del país, pero el gusto les duró muy poco.
En julio de 2017, la nacida en La Habana recibió en su casa la visita del programa ‘Sale el Sol’, a quienes les mostró algunos detalles de su acogedora casa de tres pisos.
La propiedad se localizaba en un peñasco, por lo que desde sus grandes ventanales se podían apreciar los verdes árboles que la rodeaban y hasta el famoso Volcán Popocatépetl.
Cocina
Su cocina llamaba la atención por el colorido de su alacena, la cual era de tono rojo, mientras que sus electrodomésticos eran de acero inoxidable.
Contaba, además, con una barra de color negro que era usada por la pareja para preparar sus platillos y como desayunador, al contar con espacio para cuatro sillas. En ese sitio también tenían una pequeña televisión.
Comedor
Entre la cocina y el comedor, Lis Vega tenía un pintura con su imagen.
Su comedor estaba compuesto por una mesa rectangular con capacidad para ocho sillas. La mesa era de tono chocolate, mientras que las sillas combinaban ese color con el blanco, lo que le daba un toque de elegancia a la habitación.
Sala
Junto al comedor se localizaba su sala, una habitación en la que acondicionó tres cómodos sofás y una mesa de centro.
Además de estar engalanada por la vista de la naturaleza, su sala también tenía un cuadro en blanco y negro con la imagen de la bella vedette.
Roof garden
A través de unas escaleras que se encontraban en el jardín se podía acceder al roof garden de su propiedad, desde donde la vista era simplemente esplendorosa.
Jardín
El jardín de su casa era muy extenso, pues necesitaba bastante espacio para el esparcimiento de sus 10 perros de la raza American Bully.
También contaba con algunos muebles de exterior, como una sala, un comedor de jardín y algunas camas de sol, en las que solía broncear su envidiable figura.
Piscina
Como toda casa de Cuernavaca, la piscina no podía faltar en la casa de Lis Vega, quien contaba con dos de ellas para recibir a todos sus invitados y organizar unas envidiables pool parties.
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