Cómo aliviar el dolor de pies


Se estima que el dolor de pies afecta con frecuencia al 21% de los adultos mayores, según el estudio de Framingham de 2017.

Este tipo de molestias puede afectar tu calidad de vida y aumentar tu riesgo de caídas. Además, “los pies pueden mostrar algunos de los primeros síntomas de enfermedades sistémicas”, dice la doctora Rebecca Sundling, portavoz de la American Podiatric Medical Association (APMA) y podóloga en el Northwood Foot and Ankle Center en Holland, Michigan. 

Entonces, si te duelen los pies, ten en cuenta lo siguiente.

Talones adoloridos

Una variedad de factores puede causar dolor en los talones. Por ejemplo, con el tiempo la almohadilla de grasa en la parte inferior de los pies puede adelgazarse, lo que puede hacer que caminar te duela. Lo más frecuente es la fascitis plantar, una inflamación del tejido fribroso a lo largo de la parte inferior del pie que conecta el talón con los dedos de los pies. Esto puede causar dolor en la parte media del pie y el talón, especialmente cuando te levantas por las mañanas.

“El escenario más común (en la fascitis plantar) es que no se usen zapatos en casa o se usen los zapatos incorrectos”, dice el doctor Alex Kor, portavoz de APMA y ex presidente de la American Academy of Podiatric Sports Medicine. Elige zapatos cómodos y con soporte, coloca los tacones y las chanclas en la parte trasera de tu armario, y mantén un peso saludable para reducir la presión en tus pies. Si sospechas que la almohadilla del pie es la responsable del dolor, considera el uso de un aparato ortopédico. Los aparatos ortopédicos de venta libre pueden funcionar tan bien como los productos hechos a la medida.

Para la fascitis plantar, el American College of Foot and Ankle Surgeons recomienda inicialmente limitar la actividad, aplicar una compresa de hielo en el área tres veces al día durante 20 minutos y hacer ejercicios para estirar el músculo de la pantorrilla. (Pregúntale a tu médico). Si la actividad te produce un dolor considerable, detente. Si estas estrategias no ayudan después de unas pocas semanas, llama al médico ya que es posible que necesites más tratamiento.

Juanetes, callosidades y otras molestias

Los problemas como juanetes, callosidades y dedos de martillo pueden ser causados por años de zapatos apretados o de tacón alto. Los dedos de martillo (joroba en el medio) y los juanetes, una protuberancia en la primera articulación del dedo gordo del pie), también pueden tener un componente genético. Tener menos grasa en la parte inferior de los pies hace que los adultos mayores sean susceptibles a los callos, que son parches de piel endurecida y engrosada.

En todos los casos, usa zapatos cómodos y bien ajustados que sean anchos (para juanetes) o elásticos o que tengan la punta cuadrada y grande o cordones (para dedos de martillo).

El tratamiento depende del problema en particular, pero los pequeños cojines, acolchados como lana de cordero que venden en las farmacias y los aparatos ortopédicos pueden reducir la presión en los sitios dolorosos al usar zapatos. Los analgésicos de venta libre también pueden aliviar el dolor. Si los juanetes o los dedos de martillo siguen siendo muy dolorosos, pregúntale a tu médico si podrías beneficiarte de la cirugía.

Ardor, entumecimiento, hormigueo

Ardor, hormigueo o entumecimiento pueden indicar daño nervioso (neuropatía). Debido a que es una complicación común de la diabetes, consulta con tu médico si debes hacerte la prueba de la enfermedad.

Si tienes neuropatía, con o sin diabetes, tu médico y podólogo pueden guiarte a través de estrategias de cuidados en el hogar, como revisar tus pies diariamente, dice la doctora Priya Parthasarathy, cirujana podiátrica de Foot and Ankle Specialist of the Mid-Atlantic.

De lo contrario, es posible que no notes una lesión o infección de inmediato. También es importante usar zapatos que te queden bien y evitar andar descalzo. 

Cuidado de las uñas de los pies

Los adultos mayores son más susceptibles a las infecciones por hongos que pueden dejar las uñas de los pies quebradizas, frágiles y descoloridas, según el portavoz de la American Podiatric Medical Association, la doctora Cary M. Zinkin. Y con la edad las uñas se engrosan, lo que puede aumentar la probabilidad de dolor en las uñas encarnadas, dice Zinkin.

Si sospechas que tienes hongos en las uñas de los pies, pídele a un podólogo que lo confirme. Para una uña encarnada o enterrada, sumergirla en agua tibia con jabón o sales Epson varias veces al día durante una o dos semanas puede ayudar. Si el enrojecimiento o la hinchazón empeoran, o si ves pus, llama al médico

Para reducir el riesgo de uñas encarnadas, “evita que te corten las uñas por el costado mientras te haces una pedicura”, indica Parthasarathy. Si cuidas las uñas de los pies en casa, remoja los pies durante unos minutos, luego corta las uñas en forma recta. Puedes usar un cortauñas y hacer pequeños recortes, cortando para que las uñas de los pies no se extiendan sobre tu dedo del pie. También puedes simplemente limarlas, dice Kor.

Si tienes diabetes, neuropatía u otro problema médico importante, o tomas anticoagulantes, probablemente sea mejor que vayas a un podólogo para el cuidado de las uñas de los pies, dice Kor. Para aquellos que prefieren no ir al consultorio, algunos podólogos ofrecen cuidado de uñas en el hogar.

Nota del editor: Este artículo también apareció en la edición de agosto de 2020 de Consumer Reports On Health.

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