Presentan demanda en contra de LAUSD por sus clases a distancia
Organizaciones de padres, activistas y familias alegan que las comunidades de color han sido impactadas desproporcionalmente con la instrucción remota
A poco más de un mes de haber comenzado las clases en las escuelas del distrito de Los Angeles (LAUSD), estudiantes y padres se sienten perdidos, frustrados y desmoralizados con las clases a distancia de las escuelas públicas.
“El aprendizaje a distancia ha sido fatal para Erin”, indicó Vicenta Martínez, madre de una niña de segundo grado.
“Yo soy una inmigrante mexicana y llegué hasta 5 grado y mi esposo, también mexicano, no pasó de 9 grado. Nunca hemos sido maestros, pero estamos muy comprometidos con la educación de nuestra niña. El LAUSD no nos ha dado las herramientas que necesitamos para ayudarla”, indicó.
Demanda de clase
Martínez no está sola. Son muchos los padres testigos de las dificultades que están atravesando sus hijos con las clases a distancia de LAUSD.
Es por ello, que dos organizaciones, Innovate Public Schools y Parent Revolution, junto a un grupo de familias de estudiantes de escuelas públicas presentaron una demanda de clase contra el LAUSD, alegando que sus planes de educación a distancia violan los derechos de los estudiantes a una educación pública básica, y que los estudiantes latinos, afroamericanos, con discapacidades o cuyo primer idioma no es inglés están siendo impactados negativamente de manera desproporcional.
Martínez, una de las demandantes en la acción de clase, compartió que para ayudar a su niña, buscaba información gratis que pudiera encontrar en la internet, y que su esposo había encontrado un libro de matemática de 13 años atrás con el que trataban de enseñarle a la pequeña.
“Sentimos que estamos solos. Todo esto ha sido muy difícil para Erin. En el pasado, la niña sentía entusiasmo, decía que cuando creciera quería ser astronauta, pero ahora siente que no aprende nada”, compartió la madre con lágrimas en los ojos.
Martínez indicó que su niña sólo recibe tres clases online de 30 minutos cada una. “Eso no es suficiente instrucción. No existe un plan de aprendizaje”.
Estudiantes en desventaja
Sierra Elizabeth, de la firma de abogados Kirkland & Ellis que representa a los padres, recordó que ya antes de la pandemia de COVID-19 los niños latinos y afroamericanos estaban en desventaja en relación a los niños blancos y de mayores recursos.
“Antes de tomar el caso, consultamos con siete expertos en educación y todos coincidieron en que esto era un peligro inminente, en particular para las poblaciones más vulnerables. Luego de hablar también con padres y familias supimos que teníamos que hacer algo al respecto y por eso aceptamos tomar el caso y hacerlo de manera gratuita (Pro Bono)”, indicó la abogada.
“Yo no solo estoy preocupada, sino devastada”, indicó Judith Larson, madre soltera de una niña de 12 años que comenzó 7 grado. “¡Esto tiene que cambiar!”
Larson mencionó el hecho de que ahora los directores de las escuelas no pueden visitar las clases, lo que hace que los maestros tengan “flexibilidad completa”.
“La semana pasada, la maestra de inglés les entregó la tarea y les dijo que ya habían terminado y podían hacer ‘log off’. Y no es la única vez que ocurre. Sólo tienen clases de 10 y 20 minutos“, señaló Larsen.
Durante la conferencia de prensa anunciando la demanda, todas las madres y padres de alumnos de LAUSD coincidieron en el poco tiempo de instrucción que reciben los niños y la modalidad de estudio “independiente” y por cuenta de los mismos niños que prevalece durante las clases.
Abrumante, incoherente e inaceptable
Keshara Shaw, madre de un niño de 6 grado dijo que su hijo trataba de aprender por su cuenta y que muchas veces se quedaba hasta la medianoche tratando de entender sus asignaciones.
“Es abrumante, incoherente e inaceptable. Ahora mi niño se siente inseguro de sí mismo. Nuestros hijos valen más de lo que nos da el LAUSD”, comentó Shaw.
Elizabeth señaló que a finales del año lectivo anterior, cuando la pandemia hizo que los estudiantes tomaran clases remotas por primera vez (en la primavera), los alumnos latinos y afroamericanos solo se conectaban a sus clases entre 1 y 2 veces a la semana, y que participaban entre un 10% y 20% menos en las clases que sus compañeros blancos.
Todos los padres presentes en la conferencia lamentaron que las clases se hayan reducido tanto, yendo en un principio de 8 a 6 horas diarias, y muchas veces resultando en clases de solo 10 y 20 minutos de duración.
“El LAUSD tuvo tiempo para preparar su vuelta a la escuela, tuvo 4 o 5 meses para rectificar sus errores y falló. El distrito está violando la Constitución de California y los derechos de los alumnos a aprender, así como la SB98 que asegura que los estudiantes de las escuelas públicas gocen de los mismos derechos que tenían antes de la pandemia”, indicó Elizabeth.
“Nuestros niños están perdiendo la esperanza, sienten que sus vidas no son importantes. Es muy desmoralizante. Por eso invitamos a todos los padres a unir sus voces. El futuro de nuestros bebés vale más que lo que el LAUSD les está ofreciendo”, concluyó el Pastor Cedric Nelms.