Fuga de gas de Aliso Canyon – cinco años después, ninguna acción

Pérdida de gas de Aliso Canyon.

Pérdida de gas de Aliso Canyon. Crédito: EFE

Hace cinco años, el 23 de octubre de 2015, un pozo subterráneo de gas se fracturó en la planta de almacenamiento de SoCalGas en Aliso Canyon en Los Ángeles, arrojando cantidades masivas de metano y una gran cantidad de toxinas a la atmósfera. La mezcla ponzoñosa envolvió al Valle de San Fernando en una niebla oleosa, generó problemas masivos de salud y desplazó a 25,000 residentes. La fuga duró cuatro meses, liberando el equivalente de un 25 por ciento de las emisiones anuales, a nivel estatal, de metano, un gas de efecto invernadero increíblemente potente.

Estos últimos cinco años, con la comunidad sufriendo aún los impactos de este mega-desastre ambiental y de salud, los residentes han pedido, rogado y suplicado a los gobernadores Brown y Newsom que cierren la inmunda planta de almacenamiento de gas. En este solemne aniversario, ya es hora de que por fin actúe el gobernador Newsom– por el bien de la salud y seguridad pública, y por la esperanza de una futura estabilidad climática.

Como candidato y desde que asumió su cargo, Newsom ha dicho repetidamente a un grupo apasionado de madres y activistas de la comunidad– mujeres que sufrieron enfermedades, perdieron a seres queridos y a mascotas, y vieron cómo sus vecinos fueron obligados a mudarse– que él estaba “completamente comprometido” al cierre de Aliso Canyon, y que el cierre tenía que ocurrir rápidamente.

En lugar de cerrar Aliso Canyon como prometió Newsom, él ha permitido que SoCalGas siga inyectando gas, con un incremento de uso de un 3000% desde su elección. Los residentes siguen enfermándose. A pesar de que el gobernador envió una carta a la Comisión de Servicios Públicos de California (CPUC, por sus siglas en inglés), no exigió su cierre para una fecha particular. En vez de esto, la carta ordenaba al CPUC a llevar a cabo otro estudio más, examinando cómo podría realizarse el desmantelamiento en los años o décadas próximas. No hemos visto ninguna acción frente a esa mísera petición desde que se hizo el año pasado.

Se han realizado numerosos estudios sobre Aliso Canyon y todos señalan la necesidad urgente de cerrar la planta de almacenamiento de gas. El Dr. Jeffery Nordella, de la comunidad vecina de Porter Ranch, encontró uranio, etilbenceno, acroleína, estireno y metales pesados en el pelo, orín y en la sangre de residentes, en concentraciones significativas. Y la Junta de Supervisores del Condado de Los Ángeles ordenó un estudio de viabilidad independiente, el cual encontró que si el estado seguía manteniendo las medidas de mitigación adoptadas después de la fuga, las instalaciones ya no serían necesarias.

La Junta de Supervisores del Condado de Los Ángeles, la senadora Dianne Feinstein, el alcalde Eric Garcetti y todos los legisladores estatales que representan la comunidad han repetido el llamado a que se cierre Aliso Canyon.

Sin embargo, la única persona que tiene el poder de efectuar el cierre es el gobernador Gavin Newsom.

Newsom no solo ha sido incapaz de tomar medidas significativas frente a este desastre ambiental en nuestra comunidad, sino que también ha sido incapaz de brindar compasión y un liderazgo valiente, negándose a reunirse con los miembros impactados de la comunidad.

A cinco años de la fuga, ya es hora de actuar. Es hora de dar a la comunidad impactada la tranquilidad y la seguridad que merece. Gobernador Newsom, cierre la Planta de Almacenamiento de Gas Natural de Aliso Canyon, ya.

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