Angelinos se deshacen de armas de fuego
Programa del LAPD, que busca disminuir accidentes en la comunidad, recibe estos artículos a cambio de tarjetas de regalo
Montado en su bicicleta y con sus 60 años de edad a cuestas, Marco Antonio Miranda pedaleó hasta llegar al punto central donde este sábado entregó una pistola escuadra 22 y por la cual recibió dos tarjetas de regalo de $50.00 cada una que podrá gastarse esta Navidad en una tienda Target.
“Yo, ya cumplí”, expresó, después de recibir el dinero que le entregaron ayer por la recompra de un arma de fuego que dice haber encontrado hace tres años en una casa rodante de Lincoln Heigths.
“Era de un Marine que murió en la ‘traila’ a donde yo me fui a vivir”, dijo el hombre nacido en Ciudad Obregón, Sonora (México). “Me dieron $100.00 por la pistola y ahora sí ya tendré un buen dinerito para comprarle mucha comida a mis cinco perritos”.
Bajo estrictas medidas de seguridad y sanitarias debido a la pandemia por el COVID-19, decenas de automovilistas acudieron ayer a ‘Gifts for Guns’, un llamado de las autoridades para deshacerse para siempre de las armas de fuego que guardaban en casa a cambio de tarjetas de regalo.
Lo hicieron en tres lugares: el Centro de Recreación de Lincoln Park, la iglesia Bethel A.M.E. del Sur centro de Los Ángeles y el Templo Masónico de Van Nuys, en el Valle de San Fernando.
“Muchas veces la gente no sabe qué hacer con las armas; no saben ni quién las compró pero el hecho es que las tienen”, comentó a La Opinión el sargento II, Rudy Hernández del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD).
Sin hacerles ninguna pregunta, los automovilistas, que debían mantenerse en el interior de sus carros, ingresaron a Lincoln Park desde la avenida Mission y recibieron instrucciones para entregar: munición, pistolas, rifles, escopetas e incluso armas de alto poder como ametralladoras R-15 que fueron divididas en diversos contenedores.
“Vemos tantas armas que nada me sorprende”, expresó el sargento Hernández. “La gente tiene confianza con nosotros porque todo el proceso es anónimo”.
Aunque las cifras varían, a través del programa de recompra de armas, el LAPD ha llegado a recolectar de 1,000 a 1,200 armas de fuego por evento.
Todas estas armas serán destruidas la próxima semana, indicó el sargento Rudy Hernández.
A Lincoln Park también llegó una pareja de señoras latinas que pidieron no ser identificadas. En su camioneta llevaban en un estuche negro; en el interior había una ametralladora.
“Lo bueno fue que ya nos deshicimos de ese instrumento que no debía estar en la casa”, dijo la conductora del vehículo. “No sabemos cómo llegó a la casa”.
Alex Villanueva, jefe del Sheriff del condado de Los Ángeles, declaró a La Opinión que los programas de recompra de armas “son efectivos ya que evitan que se cometan crímenes”.
No obstante, agregó que “no tiene mucho impacto a nivel condado porque la Junta de Supervisores no ha destinado dinero para hacerlo”.
Descuidos mortales y víctimas inocentes
Al Labrada, comandante de la Oficina Sur del LAPD, declaró a La Opinión que la “recompra de armas” es una manera efectiva para evitar tragedias.
“Muchas de estas armas que están entregando a través de estos programas ayuda bastante a nuestro trabajo… [De esta manera], ya no se van a utilizar para lastimar o matar a nadie”.
Labrada indicó que, gracias al programa bianual de recompra de armas en la ciudad de Los Ángeles aquellas armas de fuego que no están bien protegidas o guardadas, que pueden ser robadas o que se encuentran al alcance de los niños, dejarán de ser un peligro.
“Cada año recuperamos de 1,000 a 1,200 armas de fuego, que, si nunca las van a usar, en manos incorrectas pueden causar daño”, describió el comandante latino del LAPD.
El agente del LAPD narró que en sus últimos cuatro años de servicio en la agencia, ha tenido que acudir a investigar la muerte de unos cinco u ocho niños que fallecieron a consecuencia de un balazo.
“La última que recuerdo fue de un pequeño de cinco años que estaba jugando en su cuarto con su hermanito, sacó una pistola de un cajón y se dio un balazo en la cara… Ahora, su abuelita sufre por haber perdido a su nieto”, contó. “Alguien había dejado el arma allí”.
Tras la muerte del menor, en mayo pasado, la oficina del fiscal de Los Ángeles, Mike Feuer, presentó cargos criminales contra Jaylin Burdette, un guardia de seguridad de 26 años.
Burdette fue acusado de un cargo de almacenamiento ilegal de un arma de fuego y por portar un arma cargada en un lugar público.
La madre de Burdette era la tutora legal y la madre adoptiva del niño de 5 años que falleció en Leimert Park.
El arma estaba cargada y se encontraba en el armario de un dormitorio donde la descubrió el niño, señala la investigación.
Se agrega que en la mañana del 14 de noviembre de 2019, casi una semana antes de la muerte del menor, Burdette estaba celebrando su cumpleaños en la casa de su madre cuando descubrió el arma cargada en un callejón detrás de su casa. Luego la colocó en un contenedor de documentos en el armario del dormitorio del pequeño.
“Reducir el número de víctimas de disparos en Los Ángeles nunca ha sido más importante para la seguridad de todos los angelinos”, dijo el jefe del LAPD, Michel Moore.
“Cada arma recuperada en este programa de ‘Recompra’ significa un arma menos que puedeser utilizado para infligir daño”.