El Super Bowl en tiempos de crisis: comerciales y apuestas, los más afectados en la edición más atípica de la historia

El partido que se jugará en Tampa Bay no será ni la sombra económica de lo que normalmente es

La edición LV del Super Bowl en Tampa Bay será atípica.

La edición LV del Super Bowl en Tampa Bay será atípica. Crédito: Getty Images

El Super Bowl, que disputarán este domingo en Tampa los Kansas City Chiefs y los Tampa Bay Buccaneers, no será ni la sombra económica de lo que normalmente es, debido -entre otras cosas- a la presencia limitada de los espectadores habituales y las apuestas reducidas un 37%.

El mercado de los comerciales de televisión, también va a resultar afectado a consecuencia del impacto de la COVID-19 en todo Estados Unidos. Este año, la cadena de televisión CBS tiene los derechos de transmisión del partido, lo que le supondrá cientos de millones de dólares ingresos en concepto de anuncios.

El Super Bowl es el espacio más valioso de la televisión estadounidense, al aglutinar hasta 100 millones de telespectadores en el país, por TV o plataformas digitales.

El año pasado, Fox tuvo los derechos para la transmisión del Super Bowl LIV, lo que le supuso alrededor de $600 millones de dólares de ingresos solo por publicidad, de ellos, 435 millones fueron de los anuncios emitidos durante el partido.

Fox cobró una media de 5,6 millones de dólares por 30 segundos durante el partido. Y dependiendo del año, los tradicionales comerciales del Super Bowl, que ya suponen un espectáculo aparte, rondan entre 40 y 50.

Este año, CBS también abrió el proceso de venta de cada 30 segundos de publicidad en unos 5,6 millones de dólares, lo que ya supone un descuento por no incrementar los del año anterior, normalmente serían arrebatados por los anunciantes por ahí del mes de noviembre, pero este año, parece que la televisora ha cerrado su último contrato hace pocos días.

Según la publicación AdWeek, CBS se vio forzada a ofrecer a mediados de enero spots durante el partido por 5,5 millones de dólares. Mientras, los espacios publicitarios en los canales digitales se han vendido en alrededor de $300 mil dólares. Y los espacios que se emiten antes del partido, se cobran hasta por $3 millones.

Este año los anunciantes también cambiarán: a los tradicionales, como la cerveza Budweiser, Coca Cola o Pepsi los reemplazarán algunas de las empresas que se han beneficiado de la pandemia, como las de entrega de comidas a domicilio o Logitech, que fabrica accesorios para computadoras.

Pero en el aspecto económico, las que más van a resultar afectadas van a ser las casas de apuestas.

El año pasado, el Super Bowl LIV generó 6.800 millones de dólares en apuestas.

Este año, la American Gaming Association advirtió hace unos días que las apuestas sumarán “sólo” 4.300 millones de dólares, un 37 % menos que hace un año. A pesar de ello, se prevé que hasta 23,2 millones de estadounidenses apuesten en el partido.

“La esperada caída en el conjunto de las apuestas de la Super Bowl es casi en su totalidad causado por las restricciones de la pandemia, con las mayores caídas previstas en apuestas online y apuestas informales que se realizan en ambientes sociales”, explicó AGA.

Y es que este año el número de grandes fiestas organizadas para ver el tradicional partido serán muy inferiores a las de otros años por las restricciones que existen en la mayoría de los estados del país.

No sólo habrá menos fiestas, el Super Bowl LV será la que tendrá menos público presente en la historia. El estadio Raymond James de Tampa tiene capacidad para 68 mil personas, pero la organización ha decidido que sólo se permita la entrada a 22 mil.

De estas, 7.500 serán trabajadores del sector sanitario que han sido vacunados contra la covid-19 y que han recibido una entrada de forma gratuita como forma de agradecimiento por su trabajo durante la pandemia. El resto se

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