Hubo protestas y resistencia en el desalojo de personas sin hogar en Echo Park
La policía y las autoridades locales ofrecieron refugio a los más de 150 angelinos desplazados, pero no todos aceptaron
Después de varias horas de protestas el miércoles a favor de los desamparados en Echo Park, cientos de activistas fueron dispersados por la policía y de esa forma, las autoridades pudieron cercar el parque para el jueves en la mañana.
Adentro del cerco quedaron alrededor de 30 casas de campaña, de más de 100 desamparados que se rehusaban a abandonar el parque un día antes, asegurando que el parque ha sido su refugio antes y durante la pandemia.
David Busch-Lilly, de 65 años de edad, era uno de ellos. El jueves por la mañana, el individuo dijo a La Opinión que se sentía como si estuviera secuestrado ya que le dijeron que al salir de la cerca ya no podría volver a entrar.
“Se siente como una extraña combinación de arresto domiciliario y conspiración criminal para desalojarme ilegalmente de un refugio”, dijo Busch-Lilly quien ha vivido en las calles por más de 20 años.
Indicó que las autoridades le ofrecieron un cuarto de hotel pero para él esa no es la solución.
“Nos están ofreciendo alternativas inadecuadas. Las estancias cortas no son un camino a la vivienda, son un camino de regreso a la calle en tres o seis meses. El albergue aquí nos está brindando una mejor alternativa”, indicó el hombre, quien ha vivido en Echo Park desde agosto.
Representantes de los desamparados dijeron que la pandemia del covid-19 dejó a muchas personas sin hogar y sin recursos, y eso fue precisamente lo que los forzó a vivir en las calles.
Este fue un esfuerzo por vivir en la comunidad sin causar más problemas, agregó. Los desamparados pensaron que era una buena idea alojarse en un área del parque y trabajaron con organizaciones y vecinos del área para crear una comunidad al aire libre.
Instalaron cocinas, duchas de agua caliente, un jardín comunitario y limpieza de basura. Aseguraron que han creado una sensación de seguridad, protección, estabilidad, y curación para la adicción a las drogas y las enfermedades mentales con sus propias formas pioneras de terapia, sin la ayuda del gobierno.
Comienza la necesitada restauración
No obstante, el concejal del área Mitch O’Farrell, dijo que las instalaciones de Echo Park se han convertido en un lugar muy peligroso para quienes viven y llegan de visita. Aseveró que ha habido problemas de sobredosis de drogas, agresiones sexuales y físicas, líderes autodenominados que imponen impuestos a los desamparados y vendedores ambulantes, abuso de animales y familias sin refugio en el clima más frío.
“Una mamá nos contó que llevó a su hija al área de juegos y llegó un desamparado a exponer sus partes”, dijo el concejal a La Opinión.
Lo más preocupante para el concejal es que, ha habido tiroteos y cuatro muertes en el parque durante el último año.
“Todos los que visitan el lago de Echo Park, incluyendo las personas sin hogar, corren un gran riesgo en este entorno peligroso”, añadió O’Farrell.
El concejal dijo que están trabajando arduamente con socios de la ciudad para que los desamparados acepten las habitaciones en hoteles y un camino hacia un hogar permanente con servicios de salud y bienestar.
Hasta el jueves en la tarde ya se habían alojado a 166 personas en hoteles de la ciudad. El concejal aseguró que las personas que han aceptado reubicarse recibieron ayuda para guardar sus pertenencias en un lugar seguro. Además están recibiendo comida nutritiva tres veces al día, quienes tienen mascotas recibieron un área segura para tenerlas y pueden salir y entrar en el momento que deseen.
O’Farrell dijo que en cuanto salga la última persona del parque, que se espera sea para el jueves por la noche, se comenzará la restauración por parte del Departamento de Recreación y Parques.
Las reparaciones, que tienen un costo de más de medio millón de dólares, incluyen electricidad, iluminación, plomería, cerraduras de seguridad, daños en los baños, irrigación y jardinería. También habrá una restauración ambiental, ya que prevalecen las agujas desechadas y los desechos humanos así como la calidad del agua del lago.
El concejal dijo que esperan tener listo el parque nuevamente para el verano a más tardar.
“Cuando el parque vuelva a abrir, proporcionaremos un entorno seguro para todos los visitantes durante el horario del parque”, dijo el concejal.
Apoyo para que se queden
Samantha Curley, miembro de Street Watch, una de varias organizaciones que están apoyando la estadía de los desamparados, dijo que los residentes que habitan en el parque no son quienes hacen el parque inseguro, pero más bien la falta de autoridad.
“[Las autoridades] están saliendo a decir que no es seguro aquí, pero tampoco tienen un plan [para los desamparados]”, dijo Curley.
Añadió que lo que ha hecho la ciudad es llevar grandes contenedores de basura alrededor del parque para que eventualmente tiren las pertenencias de las personas que no pudieron sacarlas a tiempo.
“Hay personas todavía adentro, pero si salen ya no tienen permitido regresar”, dijo Curley.
La activista aseveró que algunos indigentes se rehúsan a mudarse a los hoteles porque tienen muchas restricciones.
“La gente no puede ir con sus mascotas, no puede ir con sus familias o sus parejas, están separadas de su comunidad y sus acciones están restringidas”, expresó Curley. “Estos son adultos que están siendo forzados. Se les da la alternativa de tener que ir a un albergue temporal en el que sus acciones serán monitoreadas y restringidas o pueden quedarse en las calles y ser arrestados”.
Los residentes del campamento dijeron que para ellos la pandemia fue “una bendición” ya que se detuvo el constante acoso que recibían por parte de la policía y la ciudad. Esto les permitió “crecer” y unirse como comunidad.