Comunidades latinas deben participar y vigilar rediseño de distritos electorales
No solo es para el Congreso sino para la legislatura estatal, concejos de las ciudades, directivas escolares, junta de supervisores y distritos del agua
Este año es clave para California y muchos estados de la nación porque con base en los resultados del Censo 2020, se redistribuirán los escaños en el Congreso, se asegurará representación política para las minorías y recursos para la educación, la salud, el medio ambiente y otras necesidades en los próximos 10 años.
Por eso es importante que las comunidades latinas participen y vigilen el rediseño de los distritos electorales.
“Debido a la pandemia de COVID-19, será más lento conocer los estados con más escaños. Las proyecciones indican que California podría perder un asiento en el Congreso o mantenerse igual, pero no será hasta finales de abril cuando vamos a tener los resultados de la población total y cómo se traducirán en redistribuir los 435 escaños”, dijo Thomas A. Sáenz, presidente y abogado de MALDEF, durante la videoconferencia “Redistribución: cómo el diseño de distritos electorales puede hacer o romper el futuro de nuestras comunidades”, organizado por Ethnic Media Services.
Sáenz señaló que hay dos estados, Texas y Florida en los que se proyecta que ganarán entre 3 y 2 asientos adicionales en el Congreso.
Sin embargo, hizo ver que el mayor riesgo en la redistribución de distritos electorales, radica en que nuestras comunidades no estén representadas de manera adecuada en el Congreso, y en algunas elecciones apretadas, los distritos de minorías pueden hacer la diferencia.
La redistribución está basada en la idea de que cada una de las voces sean representadas con equidad, creando distritos que tengan el mismo número de gente. Los datos del Censo se usan para diseñar nuevos mapas que muestran cómo la población ha crecido o se ha movido a lo largo de los estados y distritos.
¿Cómo funciona?
El abogado de MALDEF recordó que la redistribución de distritos solo pasa una vez cada 10 años después del Censo, por lo que es es fácil olvidarse cómo funciona.
“Es un proceso que debe involucrar ideas y opiniones de la comunidad, particularmente de las minorías”, observó.
Y recordó que el presidente Trump quería sacar a la población inmigrante del conteo del Censo y trató de incluir una pregunta de ciudadanía y crear una base de datos de ciudadanos, pero no lo logró.
“Su principal propósito era que se tomara en cuenta a la población de los votantes en lugar de la población total para la redistribución. Esto eliminaba a toda la gente de menos de 18 años y a los inmigrantes que no fueran ciudadanos por naturalización”.
Sáenz precisó que la redistribución de las líneas distritales no es solo para el Congreso sino para la legislatura del estado, concejos de las ciudades, juntas directivas de educación y juntas de las universidades. “Estos sistemas eligen a sus representantes según como se definen los distritos”.
Mencionó que antes de 1960, hubo muchos estados que por décadas, no hicieron la redistribución con base en la población del censo. “Fue en ese año, 1960, cuando la Corte Suprema de EE UU. determinó que era una violación a la Constitución si los distritos no se definían cada 10 años según la población”.
Participación del público
Terry Ao Minnis, directora de los programas del Censo y Votación de la organización Asian Americans Advancing Justice (AAJC), explicó que el proceso de redistribución en base al censo es importante, porque determina quién es elegido para ser funcionario público y si responden a temas importantes como escuelas seguras y políticas de migración.
“Lo que deben saber es que la redistribución se puede usar para bien o mal, al excluir o incluir a las comunidades para que tengan la parte del poder político que se merecen”.
Dijo que es importante que el público se involucre y monitoree el proceso de redistribución.
“¿Cómo la comunidad se puede involucrar y entender las reglas de cómo funciona?
“Júntense con vecinos y organizaciones interesadas, hagan audiencias públicas para hacer preguntas, hablen acerca de los mapas propuestos y analicen cómo se ve su comunidad para que sus intereses sean parte del proceso”.
Distritos compactos
Leah Aden, subdirectora de litigios de la organización NAACP Legal Defense and Educational Fund, Inc. dijo que todos debemos estar involucrados para asegurar que las minorías tengan la misma oportunidad que la mayoría de los votantes, usualmente blancos, y elijan a los representantes que quieran.
“Hay tres cosas que debemos hacer: proponer un mapa en el cual las minorías sea la mayoría dentro de un área geográfica compacta; y se debe demostrar que se necesita ese distrito porque los votantes de la minoría usualmente votan como un bloque por un candidato”.
“Cuando estamos haciendo estos mapas, la prioridad es asegurarnos que estos distritos tengan la misma población”.
Justin Levitt, profesor de leyes de la Escuela de Derecho LMU Loyola, dijo que hay grandes preocupaciones sobre la calidad de la información del censo. “Algunas son causadas por la pandemia o errores intencionales de la pasada administración, lo que afecta mayormente a las comunidades que tienden a no ser incluidas. Parte de que los datos del Censo estén tarde este año, es porque se le quiere dar tiempo para que se corrija lo que se necesite”.
Y afirmó que aún no está claro si el daño que ya se hizo es irreversible. “No lo sabremos hasta que los números salgan”.