La comunidad latina necesita más que aulas desinfectadas para regresar a clases

‘Lo que está claro es que California no puede ponerse en marcha si la comunidad latina no se recupera’

En abril la mayoría de los alumnos habrán regresado a clases presenciales en LAUSD.

En abril la mayoría de los alumnos habrán regresado a clases presenciales en LAUSD. Crédito: ARCHIVO | Impremedia

‘Nos quieren enviar al matadero’, expresó recientemente una de varias madres líderes del Distrito Escolar de Los Ángeles con las que me comunico cada semana por video Zoom. Ella no es la única madre de familia en expresar su desconfianza hacia el distrito escolar y el gobierno, pese a las declaraciones de ambos, de que los planteles escolares son seguros para regresar a la escuela en persona.

Como ella, muchos latinos en los Estados Unidos se sienten prescindibles en este país donde la comunidad latina ha sufrido la mayoría de pérdidas humanas y económicas a causa de la pandemia. Saben que ante el empuje para abrir la economía, ni ellos ni sus familias pueden ser rivales del “todo poderoso dólar”, como suelen decirme.

Muchos padres se preguntan por qué siendo que hemos llegado casi al fin del año escolar con aprendizaje a distancia, protegiendo a nuestros seres queridos desde casa, hay tanto apuro por regresar a nuestros hijos a las aulas donde siempre existe el riesgo de que se contagien, mientras nuestras familias no estén vacunadas.

Otros dicen que no vale la pena enviar a los niños a la escuela por pocas horas cuando el esfuerzo de llevarlos, y perder horas de trabajo por transporte público, es más grande que el tiempo que estarán en clase.

Aunque muchos oficiales del estado y de salud pública piensen que la decisión por terminar el año escolar desde casa se debe a la desconfianza de padres hacia el distrito — que dudan que los planteles escolares estén desinfectados, o por la falta de información acerca de la reapertura, en realidad hay una razón más profunda.

Nuestro pueblo ha sufrido pérdidas incalculables a causa de la pandemia — pérdidas que colectivamente no hemos superado. Además, sigue habiendo miedo, incertidumbre y desconfianza hacia las autoridades con respecto al virus.

De acuerdo a un estudio reciente de la Universidad de California en Los Ángeles, los latinos somos 2 a 8 veces más propensos a morir de covid-19. Somos el 39% de la población en el estado de California, pero somos más de la mitad de los casos; además del 46% de las muertes de covid. Aún así, el acceso a la vacuna ha sido demasiado lento e inaccesible para esta comunidad azotada por la pandemia, y cuyos hijos forman el 74% del cuerpo estudiantil del segundo distrito escolar más grande del país.

Mientras los distritos escolares hacen todo lo posible por atraer a padres a sus planteles, la CDC anunció hace unos días que la nueva cepa B.1.1.7 es la variante predominante del virus en el estado y todo el país, y que se propaga y afecta más a niños y adolescentes. Esto genera confusión y temor entre los padres, y en una comunidad compuesta por lo general de trabajadores esenciales que carecen de cuidado médico asequible y accesible. El 80% de los estudiantes del Distrito Escolar de Los Ángeles son de bajos recursos.

Lo que está claro es que California no puede ponerse en marcha si la comunidad latina no se recupera. La comunidad latina necesitará más que una garantía que las aulas escolares estén desinfectadas, que debieran haber estado siempre porque nuestros niños lo merecen.

Nuestra comunidad necesitará cuidado médico que nos ayude a sobrepasar este trauma colectivo y recobrar la salud. Necesitaremos vacunas para nuestras familias, y ante la nueva amenaza de la B.1.1.7, para nuestros niños. Necesitaremos empleos, ayuda para pequeños negocios, y apoyo económico para que nuestros jóvenes no abandonen sus estudios por tener que contribuir al ingreso familiar.

Necesitaremos que el estado se comprometa a proveer servicios de internet para que nuestros niños puedan conectarse a tecnología esencial para sus estudios y su futuro en este país. Si el deseo por ayudar a comunidades latinas va en serio, entonces nuestros líderes tendrán que empezar aquí.

(*) Evelyn G. Alemán lidera el grupo @OurVoiceforEducation de Facebook llamado Our Voice: Communities for Quality Education (Nuestra Voz: Comunidades por una Educación de Calidad). El grupo es un foro para que padres, estudiantes y educadores compartan recursos gratis y hablen acerca de la educación.

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