Trabajadores de la costura en LA: ‘Me pagan cinco centavos por pieza’

Empleados hablan de los bajos salarios y pocas protecciones contra el COVID-19; un proyecto de ley para mejoras ya está en camino

Empleados indican que no siempre se puede mantener la distancia en los centros de trabajo.

Empleados indican que no siempre se puede mantener la distancia en los centros de trabajo.  Crédito: Getty Images

Santos Velásquez contó que cuando comenzó a laborar en la costura, hace 26 años, sus patrones le pagaban muy poco —100 dólares a la semana— porque aún no sabía usar la máquina de coser. Aunque después aprendió, dice que el trabajo se volvió más demandante.

“Ahora pego como 2,000 etiquetas al día y me pagan cinco centavos por pieza”, expresó el trabajador que ahora cuenta con vasta experiencia en el oficio.

Sin embargo, indica que la situación no ha cambiado mucho en la fábrica donde labora. Actualmente entra a trabajar a las 7:00 a.m., hasta las 6:00 p.m., y cuenta que cuando cayó la pandemia por el COVID-19 a sus empleadores no les importó.

“Somos 35 personas y no hay espacio. Siempre estamos cerca uno del otro”, dijo Velásquez, quien es miembro de la organización que defiende los derechos de los trabajadores Garment Worker Center (GWC) en Los Ángeles.

“Cuando le dijimos al patrón que nos abriera el espacio porque hace calor, nos dijo que no y ahí fue cuando se infectaron”.

Indicó que unas cinco personas se contagiaron de coronavirus y aunque todos ya se curaron, poco después Velásquez se enteró que otro trabajador también se enfermó de COVID-19 y que posteriormente falleció.

La GWC, que se encarga de organizar a los trabajadores de la confección de bajos salarios en Los Ángeles, indicó que en Los Ángeles hay más de 45,000 empleados con experiencia en este rubro.

Agregaron que en su mayoría, la fuerza laboral se conforma de mujeres inmigrantes que trabajan por un promedio de $5 la hora debido al sistema de pago por pieza que son tan solo 2 centavos pagados por prenda hecha.

La senadora María Elena Durazo dijo en la conferencia vía Zoom esta semana que la industria de la confección en el condado de Los Ángeles hace casi $5,000 millones en producción. Agregó que los trabajadores de la confección están altamente calificados y que por esta razón, todos deben asegurarse de que si van a llamar a estas personas ‘trabajadores esenciales’, sean tratados como tal.

“No los traten como si fueran basura, como si fueran prescindibles, como si sus vidas no importaran”, expresó la senadora.

Propuesta de ley en camino

La lucha por los salarios de los trabajadores de la costura lleva más de 20 años. Hace poco, la senadora Durazo presentó la SB 62, Ley de Protección del Trabajador de la Confección, que tiene como objetivo eliminar el sistema de pago por pieza de la industria de la confección, asegurando salarios adecuados y responsabilidad multilateral.

La senadora dijo que se debe reconocer a estos miles de trabajadores que laboran de 10 a 12 horas al día entre cinco o seis días a la semana, incluso durante la pandemia.

“Están haciendo de todo, desde ropa de diseñador, jeans hasta máscaras faciales y equipo de protección personal para mantenernos a salvo. Pero al mismo tiempo ellos no están recibiendo ni la más mínima protección durante la pandemia, sin jabón, sin [lugares de trabajo] separados y sin distanciamiento social, nada de eso”, indicó la senadora.

Marissa Nuncio, directora del GWC, dijo que la mejor forma de apoyar a estos trabajadores es continuar la organización como lo han hecho otras industrias como la de la comida rápida.

Dio como ejemplo cuando la Lucha por $15 comenzó de forma muy pequeña hasta hacerse un movimiento nacional. Indicó que lo mismo puede ocurrir con los trabajadores de la costura.

Añadió que es importante que pensemos en la fabricación a nivel nacional porque no importa dónde ocurre una producción si no se cambia el sistema de pago actual.

“Cuando los defensores y el gobierno hablan de fabricación nacional, hablan de recuperación económica o citan ‘economías prósperas’… Pero la realidad es que casi por regla general, no incluye a los trabajadores que son la columna vertebral de esa economía y dentro de esas industrias”, indicó Nuncio.

Durazo dijo que le preocupa que durante la pandemia algunas de las grandes compañías de ropa que tenían cientos de trabajadores esparcieron, el COVID-19 y varios de los trabajadores fallecieron.

“Pero no se le prestó atención a las condiciones de trabajo en esta industria”, dijo Durazo. “No hagan eso, no sean hipócritas al llamarlos trabajadores esenciales y después se dan la vuelta”.

A finales de marzo el comité de trabajo del senado aprobó la medida SB 62.

Durazo dijo en es el momento de pagarle a los trabajadores altamente calificados, como los de las fábricas de ropa, más de 5 dólares por hora y asegurarse de que no se enfermen y mueran por condiciones inseguras en sus centros de trabajo.

Agregó que no debería ser una carga excesiva para ningún tipo de negocio ético que opere en California. “No queremos más trabajos en California que exploten a los trabajadores ni los que no les dan salarios o las protecciones que merecen”, enfatizó la senadora.

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