Muere Eli Broad, el coleccionista de arte y súper millonario que le cambió de rostro a Los Ángeles

El magnate, quien alguna vez compró una obra de arte con su American Express, fue un impulsor incomparable y polémico de la cultura en Los Ángeles

El magnate Eli Broad y el alcalde Eric Garcetti en una gala de MOCA en 2014.

El magnate Eli Broad y el alcalde Eric Garcetti en una gala de MOCA en 2014. Crédito: John Sciulli | Getty Images

Eli Broad, uno de los hombres más ricos del mundo y que dedicó mucha de su impresionante fortuna al impulso del arte contemporáneo y la cultura en Los Ángeles, incluyendo el moderno museo que lleva su nombre, murió la tarde el viernes a los 87 años.

No se dio a conocer la causa del deceso de Eli Broad ni otros detalles, más allá que el hombre que tuvo el sur de California como casa por medio siglo murió en el hospital Cedars-Sinai de Beverly Hills. Le sobreviven su esposa Edythe y sus hijos Jeffrey y Gary.

Broad, nacido en Nueva York e hijo de un inmigrante lituano que se llamó Leon Brod (sin la a), deja una fortuna estimada en casi $7,000 millones de dólares la cual forjó desde corta edad con innovadores negocios de construcción y más adelante con empresas de bienes raíces y aseguradoras.

Broad, tras convertirse en multimillonario, se convirtió en un poderoso coleccionista e impulsor del arte y los museos, pero también fue un benefactor aplastante que imponía sus intenciones sin que nadie pudiera evitarlo.

De todos modos, su legado incluye monstruosas contribuciones para la cultura del sur de California y también para instituciones y programas científicos y educativos, incluyendo en UCLA y USC.

Fue la figura dominante del Museo de Arte Contemporáneo (MOCA), completó la construcción del emblemático Walt Disney Concert Hall y puso mucho dinero en el prestigiado museo de arte del condado (LACMA).

“Eli Broad, simple y sencillamente, fue el ciudadano privado más influyente de su generación”, escribió el alcalde angelino Eric Garcetti en Twitter. “Nadie que yo haya conocido amó más a la ciudad”.

Una anécdota curiosa acerca de la colección de arte de Broad fue que en 1995 compró una pintura de Roy Lichtenstein titulada “I… I’m sorry!” por $2.5 millones de dólares y la pagó con su tarjeta American Express para presuntamente acumular muchas millas de viajero frecuente, las cuales donó a un instituto de arte local y obtener intereses en su cuenta.

Broad, quien en 2015 fundó The Broad, su propio museo en el mismo corredor cultural de Grand Avenue para seguir transformando el centro de Los Ángeles, confesó en sus memorias que su gran arrepentimiento en la vida fue no pasar más tiempo con sus hijos.

“Yo fui serio, enfocado, demandante y no muy divertido”, dijo en una confesión recuperada por Los Angeles Times. “Llevé a los chicos conmigo para visitar subdivisiones, y ahora me doy cuenta que ésa no es exactamente la manera en que los chicos quieren pasar los fines de semana. Perdí demasiados momentos”.

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