Fiscal general de California advierte que usar tarjetas falsas de vacunación Covid es delito
Rob Bonta dijo que ha recibido informes sobre anuncios de venta de este certificado que acredita la inoculación ante el coronavirus, pero la tarjeta válida es gratuita y sólo se requiere ponerse la vacuna
Gavin Newsom, gobernador de California. Crédito: PATRICK T. FALLON | AFP / Getty Images
El fiscal general de California, Rob Bonta, advirtió este miércoles que imprimir tarjetas de registro de vacunación contra COVID-19 y comprar estos certificados ya falsificados es un delito.
El fiscal indicó que han llegado a su oficina varios informes sobre anuncios de venta de las tarjetas de vacunación contra coronavirus en sitios web, redes sociales, plataformas de comercio electrónico y blogs.
“Estos registros falsificados socavan la salud y la seguridad de los californianos y también son ilegales”, resaltó Bonta en un comunicado.
El procurador aconsejó a los californianos que la mejor opción es obtener la vacuna contra la COVID-19 y el registro de vacunación auténtico, que no tienen costo alguno.
California actualmente está vacunando a todos sus residentes mayores de 12 años, la inmunización es gratuita, y las personas sin estatus migratorio o sin seguro médico también pueden acceder a la inyección.
De esta manera el estado ha conseguido que un 67% de su población adulta (mayores de 17 años) tengan a fecha de este miércoles al menos una dosis de la vacuna y, por tanto, estén parcialmente vacunados. Es lo coloca en el puesto número 11 de la lista de estados del país con mayor porcentaje de población vacunada.
Este dato arroja luz en el camino hacia la deseada inmunidad de grupo y hacia el fin de las restricciones para detener la pandemia, que está programado para el próximo 15 de junio.
La vacunación sigue siendo una prioridad de las autoridades sanitarias federales, estatales y locales y algunas empresas se plantean solicitar la tarjeta de vacunación para entrar a sus establecimientos. De hecho, la Junta de Normas de Salud y Seguridad Ocupacional de California (OSHSB, por sus siglas en inglés) estudia poner fin al uso obligatorio de mascarillas y de distancia social en puestos de trabajo en los que todas las personas estén vacunadas. De ahí la necesidad de tener una tarjeta de vacunación.
Bonta resaltó que, además de poner en riesgo la salud de la comunidad, la falsificación de registros de vacunación también es un delito.
Las autoridades federales han declarado que el uso no autorizado del sello de una agencia gubernamental oficial (como el Departamento de Salud y Servicios Humanos federal o los CDC) es un delito federal que puede ser perseguido.
El procurador subrayó que falsificar o poseer documentos falsificados, como una tarjeta de registro de vacunación contra la COVID-19 falsa, también es un delito en California.
Dos de cada tres adultos de California está al menos parcialmente vacunado
