Mucha grasa no sólo engorda: aumenta el riesgo de cálculos biliares

La posibilidad de desarrollar cálculos biliares aumenta con el sobrepeso y la obesidad; el alto consumo de alimentos con gran contenido en grasas puede contribuir a este riesgo

Comida frita

El exceso de comida con alto contenido en grasas contribuye al sobrepeso. Crédito: Valeria Boltneva | Pexels

El consumo de alimentos grasosos puede tener más efectos negativos que favorecer al sobrepeso. Además de afectar favorecer el aumento de riesgo de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular, también pueden aumentar el riesgo de cálculos biliares.

La bilis es un líquido producido por el hígado que se almacena en la vesícula biliar y que ayuda al cuerpo a digerir las grasas.

El Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK) explica que se pueden formar cálculos biliares si la bilis contiene demasiado colesterol, demasiada bilirrubina o no hay suficientes sales biliares.

Los cálculos biliares son piezas de material duro, parecidos a una piedra. Pueden bloquear los conductos biliares y causar dolor repentino en la parte superior derecha del abdomen. Con frecuencia, estos ataques de la vesícula biliar ocurren luego de comidas abundantes.

Cuando los cálculos biliares no se mueven y permanecen bloqueando los conductos biliares puede haber daño o infección de la vesícula biliar, los conductos biliares o el hígado, así como pancreatitis.

Obesidad aumenta el riesgo de cálculos biliares

Una dieta alta en grasas, poca actividad física y la obesidad no son favorables para la salud de tu vesícula biliar. Las personas que tienen obesidad pueden tener niveles más altos de colesterol en la bilis. El NIDDK señala que sobrepeso u obesidad puede aumentar la probabilidad de desarrollar cálculos biliares.

Perder peso rápidamente también puede incrementar el riesgo de cálculos biliares. Jhins Hopkins Medicine explica que “a medida que el cuerpo metaboliza la grasa durante la pérdida de peso rápida, hace que el hígado secrete colesterol extra en la bilis, lo que puede causar cálculos biliares”.

Más grasas buenas, menos alimentos fritos

El NIDDK recomienda consumir grasas saludables para ayudar a que la vesícula biliar se contraiga y se vacíe con regularidad. También recomienda evitar las grasas no saludables, como las que se en los postres y los alimentos fritos.

No todas las grasas son iguales. La Escuela de Salud Pública de Harvard explica que las grasas “buenas” son grasas insaturadas que pueden mejorar los niveles de colesterol en sangre, aliviar la inflamación y estabilizar el ritmo cardíaco.

Estas grasas buenas se encuentran principalmente en alimentos de origen vegetal, como aceites vegetales (como el aceite de oliva), nueces y semillas. También en frutos como el aguacate y en el pescado graso, mayor fuente de omega-3.

En el lado opuesto a las grasas insaturadas están las grasas saturadas y las grasas trans (consideradas el peor tipo de grasa para el cuerpo. Las grasas no saludables se encuentran en carnes rojas, carnes procesadas, comida frita, comida rápida, productos lácteos enteros, helado, aderezos para ensaladas, postres y productos horneados prefabricados, entre otros alimentos procesados.

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