Qué sucede si alguien pone azúcar en el tanque de gasolina de tu auto

Algunos lo consideran un grave peligro, otros lo consideran un hecho muy poco probable, lo cierto es que la presencia de azúcar en el tanque de gasolina ha aterrorizado a muchas personas desde hace décadas, generando una gran cantidad de mitos

Foto de varios cubos de azúcar apilados

Por años, el azúcar ha sido considerada una amenaza para el buen funcionamiento del motor. Crédito: Pixabay

Desde que los automóviles comenzaron a recorrer el mundo, existe un mito que atemoriza a todos los conductores: la presencia de azúcar en el tanque de gasolina. Según este mito, que tiene muchas variantes, las consecuencias de esta sustancia en el motor podrían ser realmente devastadoras, dejándolo inservible en minutos. Afortunadamente, solo se trata de un mito ya que el azúcar no puede dañar el motor. Pero aún los más temerosos necesitarán algunas pruebas que justifiquen esta verdad absoluta, la cual ha sido motivo de serios análisis a través de los años. He aquí algunas verdades sobre lo que realmente sucede si alguien pone azúcar en el tanque de gasolina de tu auto:

1. El azúcar es mucho más densa que la gasolina, una cualidad que la hace indisoluble dentro del tanque. Si alguien agrega esta sustancia al tanque de gasolina de un auto, sucedería lo mismo que con la arena, la mayor cantidad quedaría en el fondo, junto a la suciedad que se acumula con el tiempo. Por lo tanto, solo basta con desmontar el tanque y limpiarlo debidamente, un procedimiento que puedes llevar a cabo en casa siguiendo algunos pasos sencillos y tomando ciertas medidas de seguridad.

2. Entre el tanque de gasolina y los demás componentes del sistema de inyección del auto existen varios filtros que mantendrían el motor a salvo. Muchos de estos filtros retienen una gran cantidad de partículas muchísimo más pequeñas que un grano de azúcar, así que es muy poco probable que los granos logren llegar hasta el motor. No obstante, lo que si podría suceder a largo plazo es que tales filtros se obstruyan (más por la suciedad que por el azúcar), limitando el flujo correcto de combustible y, por ende, dañando la bomba de gasolina u otros componentes, como los inyectores. Por eso se recomienda hacer una revisión periódica del sistema de inyección para sustituir estos filtros.

3. Lo único que puede hacer significativo este viejo mito es la sustitución del azúcar por agua. El agua podría impedir que el motor lleve a cabo el proceso de combustión y produzca la energía mecánica necesaria para que el auto se ponga en marcha. Pero para que esto suceda, la cantidad de agua tendría que ser excesiva hasta el punto de diluir casi por completo el combustible dentro del tanque.

Aunque podría causar mucho más daño que el azúcar, el agua tampoco dejaría un motor inservible. En la actualidad, la mayoría de los autos disponen de motores que se bloquearían de inmediato antes de que las consecuencias sean mayores. Según los expertos, en algunos casos pueden experimentarse algunas particularidades en el comportamiento del vehículo, pero el motor seguiría funcionando. No obstante, si percibimos cualquier tipo de falla o si sospechamos la presencia de otras sustancias en el tanque de gasolina, lo más recomendable es hacer que el auto sea examinado por un experto.

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