El significado espiritual de golpearse un pie

El universo envía señales físicas para indicarnos que vamos por el camino equivocado, una de ellas es golpearse un pie o el dedo pequeño con una mesa o mueble

Golpearse el pie o los dedos tiene un mensaje del universo.

Golpearse el pie o los dedos tiene un mensaje del universo.  Crédito: Imani Bahati | Unsplash

Golpearse un pie o el dedo pequeño con algún objeto como una mesa o un mueble tiene un significado espiritual. Por más extraño que parezca, este pequeño accidente casero es común cuando el universo quiere mandarnos un mensaje claro: estamos tomando el camino equivocado.

El universo se comunica con nosotros a través de señales, algunas de ellas son más sutiles que otras. El golpearse el pie indica que deberíamos dejar de hacer algo que estamos haciendo o a punto de hacer.

El dolor que sentimos tiene como objetivo hacernos entrar en razón, como un jalón de orejas para percatarnos de un error que cometemos o vamos a cometer si reincidimos por ese, según explica el sitio Mi Ángel Guardián.

Depende de cada uno de nosotros saber cuál es la equivocación que cometemos. Así que la próxima vez que golpees tu pie descalzo, analiza el camino que tomas y el próximo paso que darás, porque quizá no sea el que más te convenga.

Otras señales enviadas por el universo

Afortunadamente, no todas las lecciones del universo son tan dolorosas. Existen otros signos que usa para invitarnos a corregir el camino como la intuición, preocupación, sentimiento de malestar, ansiedad o desorientación.

Otros signos más sutiles, pero igual de importantes, son dejar caer objetos por accidente o cuando las cosas dejan de funcionar sin alguna explicación aparente. Además, hay que prestar atención a los cambios de humor repentinos, dolores de cabeza, zumbidos persistentes o enfadarse de un segundo a otro.

¿Qué hacer ante una señal del universo?

Si percibes alguna de estas señales lo primero es no alarmarse. Según explican los entendidos en el tema, lo más importante es identificar actos, proyectos, sentimientos, emociones, actitudes o cualquier otra cosa que pudiera ser perjudicial para nosotros.

Una vez que tengamos claro cuál es el origen, hay que analizar con cuidado cuál es el siguiente paso que debemos dar, siempre con la mente positiva y con objetivos bondadosos.

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