Latino perseguía a inmigrantes como agente de CBP, ahora enfrenta deportación por ser indocumentado
Raúl Rodríguez, trabajó durante 18 años como agente de Aduanas y Protección Fronteriza, hasta que descubrieron que no era ciudadano de EE.UU.; intentó obtener una 'green card', pero USCIS rechazó su petición y ahora podría ser expulsado del país
Raúl Rodríguez, de 53 años, era un respetado agente de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) en Texas, donde ayudó en la persecución de indocumentados, a retirar la ‘green card’ a personas y detener a criminales que trafican con personas, pero ahora podría ser deportado, debido a que autoridades descubrieron que es indocumentado.
En 2018, luego de que el exagente de CBP quiso patrocinar a su hermano para migrar a los EE.UU., la Oficina del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional le dijo que había un problema con su acta de nacimiento. Era falsa.
Rodríguez, quien había trabajado durante 18 años en la oficina migratoria, confrontó a su padre, quien le confesó el trámite fraudulento del documento cuando el mexicano era un bebé, contó a NPR.
El aexagente de CBP en realidad nació en Matamoros, México, no en Texas, donde ha vivido prácticamente toda su vida y laboró con orgullo en la oficina del DHS, hasta que dos de sus excompañeros le pidieron su placa y su arma.
“Ahora me ven y simplemente actúan como si no me vieran”, dijo el exagente a NPR. “Podría estar parado justo en frente de ellos, y ellos simplemente miran hacia otro lado y me dan la espalda”.
El abogado del exoficial, Jaime Diez, contó que se hizo un trámite de ‘green card’ ante la oficina de Servicios de Ciudadanía e Inmigración (USCIS), pero la petición fue rechazada.
“La oficina dijo que mintió acerca de ser estadounidense y que no importaba que nunca supiera que no era ciudadano”, se indicó.
Ahora Rodríguez pelea en un tribunal migratorio su permanencia en el país, pues el DHS, el exagente mintió sobre su origen y afirmó fraudulentamente que era ciudadano estadounidense.
El exoficial, sin embargo, se siente orgulloso del trabajo que hizo en CBP, donde incluso lideró un equipo de oficiales encubiertos para desmantelar una red de tráfico de personas.
Rodríguez vive encerrado en su casa en Texas, pues no puede trabajar y mucho menos viajar.
“Tengo demasiados enemigos en México. He trabajado encubierto con los cárteles: muchas deportaciones, muchos casos de asilo, muchas cancelaciones de visas”, reconoció sobre una posibilidad de volver a ese país.