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Banco retiene dinero de inmigrante que regresa a México

Está luchando por recuperar sus ahorros de toda la vida, tras una transferencia bancaria que le fue cancelada

María Hernández, trabajadora de la limpieza hizo campaña en Sacramento junto con otras trabajadoras domésticas afiliadas a Chirla para presionar porque el gobernador Jerry Brown aprobara una ley que garantiza el pago de horas extras para quienes trabajen en la limpieza, cuidado de niños, ancianos y enfermos en las casas. (Araceli Martínez/La Opinión).

María Hernández cuando trabajaba como conserje en una iglesia de Los Ángeles. (Araceli Martínez/La Opinión) Crédito: Araceli Martínez | La Opinión

María Hernández suelta el llanto al recordar que el dinero que con tanto esfuerzo ahorró durante las más de tres décadas en Estados Unidos, no los puede cobrar en México.

“No tengo nada. No tengo en que refugiarme. Me ha dado depresión y ataques de pánico y ansiedad”, dijo.

La pesadilla para María comenzó el  30 de julio cuando regresó de manera voluntaria a vivir a la ciudad de México donde nació hace 65 años. 

“Yo no me regresé a México por miedo a Trump sino porque tenía muy grave, entre la vida y la muerte, a mi única hermana. Además, mi único hijo también está en México, y a mi nieta de 15 años no la conocía”.

María Hernández, una aguerrida miembra de CHIRLA en Los Ángeles. (Cortesía María Hernández)

Durante los 30 años que vivió en Los Ángeles, María hizo todo tipo de trabajos para ganarse la vida.

“Fui niñera, cuidadora de perros, limpié casas, vendí tamales, y trabajé en una fábrica durante 15 años”, dice.

Fue además una miembra activa de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes (CHIRLA) en Los Ángeles.

Ante la gravedad de su hermana, María no la pensó y empacó sus maletas rumbo a México. Sabía que se trataba de un viaje sin retorno porque debido a que no cuenta con un estatus migratorio, no tenía manera de regresar a Los Ángeles.

“Antes de irme, fui al Banco Chase donde desde 2019, abrí mi cuenta de ahorros, y procedí a hacer una transferencia a mi hijo en México con todo el dinero que había guardado, $27.135.20”.

Con los papeles en la mano del cable bancario enviado, María regresó a México.

Su alegría no le duró mucho, pues tan pronto llegó a su país, recibió un aviso de que su transferencia había sido cancelada.

María Hernández viajó por todo el país abogando por los inmigrantes en EE UU. (Cortesía María Hernández)

De inmediato llamó por teléfono al Banco Chase para ver qué pasaba.

“He llamado como mil veces. Y tras más de una hora de preguntas, me dicen que el dinero ahí está en mi cuenta, pero que necesito presentarme para verificación, pero cómo voy a viajar a Estados Unidos si yo no tengo papeles”.

Dice que en busca de ayuda, acudió a la Secretaría de Relaciones Exteriores, y ahí en la puerta salió un empleado para decirle qué ellos solo sirven a los mexicanos que viven en el exterior, y no la pueden ayudar, porque ella ahora radica en México.

“Me presenté también a la Embajada de Estados Unidos en México, y me dijeron que tampoco me pueden ayudar”.

Llena de angustia, María dice que no sabe qué hacer.

“Ese dinero es fruto de mi trabajo, $7,000 de mis ahorros, y $20,000 por demandas que gané, una por lesiones sufridas en la fábrica donde trabajé y otra por un choque automovilístico donde fui recompensada”.

Agrega que ese dinero era su jubilación y quería destinar una parte para abrir un pequeño negocio y vivir con tranquilidad lo que le quede de vida.

“Al principio, pude sacar del cajero en tres diferentes ocasiones: 119, 4,000 y 500 pesos, e hice compras por 1,000 pesos, pero después CHASE ya no me dio acceso en los cajeros”.

“La verdad estoy muy triste y decepcionada sin saber qué hacer y a quién recurrir para que me ayuden”, dice María sollozando.

Un portavoz de CHASE dijo “estamos trabajando para ponernos en contacto con la señora Hernández Ortiz para ayudar a resolver el problema”.

María ha enviado a La Opinión fotografías de los documentos que prueban que llevó a cabo la transferencia bancaria.

Desde 2002, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos aprobó que los inmigrantes indocumentados podían abrir cuentas en los bancos usando la matrícula consular, una identificación emitida por los consulados de México para sus connacionales que viven en el exterior.

En 2002, el gobierno de México rediseñó su matrícula consular y comenzó a promoverla en Estados Unidos; y en 2003, el Departamento del Tesoro reconoció estas tarjetas como una forma válida de identificación. En 2005, 118 bancos comenzaron a aceptar la matrícula consular como forma alternativa de identificación.

Las matrículas consulares identifican al titular, certifican que es ciudadano mexicano y dan su lugar de nacimiento en México y dirección en Estados Unidos.

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