Buscan a sus hijos 40 años después de que internado cristiano las obligara a darlos en adopción

Nancy Davis Womac pudo encontrar a su primera hija, Melanie Spencer, 43 años después de que la arrebataran de sus brazos siendo una recién nacida

Imagen de archivo de las manos de una madre y su recién nacido.

Imagen de archivo de las manos de una madre y su recién nacido. Crédito: Shutterstock

Víctimas de los abusos en un hogar para niñas en Mississippi siguen con la búsqueda de los hijos que les fueron robados hace décadas.

NBC retoma la historia de Nancy Davis Womac, una mujer que pudo encontrar a su primera hija, Melanie Spencer, 43 años después de haberla traído al mundo.

Durante el embarazo, Womac fue enviada al Hogar para niñas de Bethesda, a las afueras de Hattiesburg, Mississippi, dirigido por un grupo de pastores bautistas que las obligaban a cosas tan insólitas como fregar las alfombras a mano y memorizar capítulos enteros de la Biblia. Romper alguna regla les valía golpes con tablas de madera.

Womac relata que allí sufrió el control de cada aspecto de su vida, desde la cantidad de papel higiénico que debía usar hasta el destino de su bebé una vez naciera.

Por un “regalo de amor” de $250

La investigación de la cadena arroja que en las décadas de 1970 y 1980, Bethesda obligó a las niñas embarazadas a dar en adopción a sus recién nacidos a las familias que pagaran el llamado “regalo de amor” a la casa: 250 dólares.

Womac recuerda que, con 16 años entonces, siempre pensaba en la forma de huir de la casa para criar a su bebé, pero no lo logró porque siempre estaba encerrada bajo llave.

En junio de 1979 dio a luz y no se le permitió ni siquiera cargar a su bebé antes de ser dado en adopción. Y no haber perdido jamás la esperanza de reencontrarla la motivó a comenzar en 2018 la odisea que por fin culminó con la frase: “No pasó un día en el que yo no haya pensado en ti”.

“Hay tanto que quiero contarte”, se leía en los mensajes que empezaron a intercambiar madre e hija cuando por fin dieron la una con la otra. Y luego, el feliz encuentro al fin se dio entre ambas.

Cientos de casos

Pero fueron cientos las niñas que fueron separadas de sus recién nacidos en esos años por Bethesda, cuyas puertas cerraron hace tres décadas por una demanda federal y una investigación estatal.

Sobre los casos, además de fuertes y desgarradores testimonios, existen registros judiciales y material en archivos como fotos, documentos y periódicos.

Las exresidentes relatan que eran golpeadas e insultadas. Las llamaban “rameras”, y no podían comunicarse con sus padres o tutores. A las que estaban embarazadas además, les hicieron pasar por el trauma de separarlas de sus bebés. El abogado Dan Wise cifra en un centenar las adopciones que se dieron en Bethesda. Y aunque ese sitio está cerrado, sigue habiendo institutos cristianos en todo el país, y no hay una ley federal que les regule.

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