‘Miracle on 34th Street’: así luce en la actualidad la casa donde se filmó el clásico navideño

La emblemática casa de ‘Miracle on 34th Street’ en Port Washington, luce muy cambiada con respecto a la que vimos en la exitosa cinta estrenada hace 74 años

24 Dic 2021, 09:11 AM EST

Han pasado ya 74 años desde el estreno de la película ‘Miracle on 34th Street’, la cual marcó un época, a tal grado de ser considerada como la cinta navideña por excelencia.

El film, protagonizado por Maureen O’Hara, por John Payne, por Natalie Wood y por Edmund Gwenn, se desarrolló en parte de la trama en una campirana casa de Port Washington, a unas 25 millas de Manhattan.

El inmueble, con el que ’Susan’ (Natalie Wood) siempre soñó y que ella y su familia conocieron por coincidencia en plena Navidad, apareció por cuestión de minutos en escena, pero fue el tiempo más que suficiente para que quedara inmortalizado en la mente de los amantes de este proyecto.

“Nueva York estuvo terriblemente fría ese invierno, a tal grado de que las cámaras se congelaron en una ocasión. Estábamos filmando la secuencia al final de la película, en la que Natalie ve la casa que le pidió a Kris Kringle y dice: ‘¡Esa es! ¡Paren! ¡Eso es todo!’. Afortunadamente, una mujer muy amable, Vaughn Mele, vivía al otro lado de la calle de donde estábamos filmando y nos ofreció su casa para descongelar las cámaras”, recordó Maureen O’Hara en una entrevista sobre la épica escena.

La histórica propiedad, tal y como lo pudimos notar en su ficha técnica, fue construida en año de 1943, cuenta con una extensión de 1,703 pies cuadrados y con dos baños.

Al exterior, en su lote de 0.28 acres, goza de unas muy extensas áreas verdes y de hermosos árboles.

La famosa vivienda no luce como la que vimos en pantalla, ya que por las décadas de los 50’s o 60’s se le hicieron algunas modificaciones.

Sus actuales propietarios, Orrie y Goodie Frutkin la habitan desde el año de 1980, sin saber que había tenido una breve aparición en ‘Miracle on 34th Street’.

“Lamento que tanta gente sienta que la buhardilla arruina la casa, pero fue un factor importante en nuestra compra. Necesitábamos un hogar donde pudiéramos tener un espacio habitable para un pariente anciano. Siempre le gustó vivir en un lugar luminoso y la buhardilla la convenció”,compartió Orrie Frutkin en su momento.