Reportan aumento del odio antisemita en el Día Internacional de las Víctimas del Holocausto
En conjunto como sociedad se puede contrarrestar el odio y los prejuicios
La celebración del Día Internacional contra el Antisemitismo, este 27 de enero, se da en medio de un aumento de incidentes antisemitas en Estados Unidos, pero también es un recordatorio de todo lo que falta por hacer contra los prejuicios hacia los judíos.
“Este día nos acordamos de las víctimas del Holocausto y de lo que significa ser judío. Es muy importante para nosotros tener un día en el que todo el mundo pueda hablar de este tema. Me trae mucha esperanza y me hace sentir que no estamos solos”, dice Adela Cojab, una judía mexicana, quien llegó a este país siendo niña, y se dio a conocer por entablar una demanda por antisemitismo contra la Universidad de Nueva York (NYU).
El 27 de enero se conmemora a nivel mundial la liberación del campo de concentración y exterminio de Auschwitz, el mayor campo creado por el régimen Nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Fueron liberados más de 7,000 prisioneros en 1945.
Casi 8 décadas después, el mundo vive un incremento en los incidentes de odio contra esta comunidad.
Cojab relata que en 2018, después de varios incidentes ocurridos en NYU donde ella cursaba el tercer año de la carrera de Política del Medio Oriente, decidió no quedarse de brazos cruzados y emprender acción legal contra su Alma Mater.
“Había un sentimiento antisemita en la universidad por el conflicto Palestina-Israel. Se aliaron varios grupos contra el grupo israelita de Nueva York. Después de un evento, agredieron físicamente a una compañera judía y quemaron la bandera de Israel”, recordó.
El ambiente era tan áspero, que nadie le hablaba. “Tuve que tomar mis exámenes en un cuarto separado. Cuando hacíamos algún proyecto en equipo, ningún compañero quería trabajar conmigo”.
Cuenta que cuando habló con las autoridades de la universidad, le dijeron que estaba exagerando. “Me di cuenta que no lo veían como un problema, pero qué hubiera pasado si hubieran quemado la bandera de Francia, la de México o la de la comunidad LGBT”.
Cansada de lo que vivía, decidió entablar una demanda. “Los abogados me dijeron que no tenía un caso, porque el antisemitismo, bajo el título 6 del Acta de Derechos Civiles, que es la ley de discriminación, no lo contemplaba”.
Pero también reconocieron que su caso claramente era antisemitismo y una falta de respeto de la universidad. Además admitieron que su demanda era única en su tipo, dice.
Adela platica que ella creció como una mujer latina judía, con abuelos de Siria y Líbano. Vino de México a Estados Unidos en el 2001.
“Lo que viví en NYU me hizo sentir miedo y peligro por primera vez en mi vida. Y también por primera vez, me sentí diferente”.
Ante la advertencia de que no iba a poder ganar su caso, Adela empezó a movilizarse y hablar sobre antisemitismo en diferentes foros.
“Como resultado recibí una llamada de la Casa Blanca. En noviembre de 2019, se firmó una orden ejecutiva para que el antisemitismo fuera protegido dentro de la ley de discriminación”.
Adela dice que ese momento fue uno de los mejores de su vida.
“Sentí que mi voz y mi comunidad sí importan. No puedo imaginarme que pasen por lo que yo pasé”.
Revela que nunca pensó que su demanda iba a tener alcance nacional y ayudaría a cambiar las cosas en todas las universidades para los estudiantes judíos.
“Lo importante es que ahora no solo el judaísmo está protegido sino que cualquier otra religión puede usar ese caso para ser protegido. Por ejemplo, si una mujer musulmana es atacada, ahora sí puede decir que fue discriminación religiosa”.
En cuanto a NYU, dice que en noviembre de 2020, esta universidad decidió llegar a un acuerdo con ella para cambiar sus reglamentos en cuanto a la discriminación.
“Yo no presenté la demanda por dinero, sino porque quería que cambiaran sus reglamentos para que nos protegieran. Me dieron justo lo que pedí, un reglamento contra la discriminación que incluyera el antisemitismo.Yo no creo que ellos querían discriminar sino que no tenían los reglamentos de cómo lidiar con ese odio, y me ignoraron por dos años”.
Aclara que ella no pedía protecciones especiales sino equidad en la protección para los estudiantes judíos.
“Un grupo de más de 70 estudiantes que firmaron un documento contra el estado de Israel nos estaba boicoteando. Nadie quería ser parte de mi grupo para hacer proyectos. Y la compañera que aceptó trabajar conmigo la boicotearon. Te acabas sintiendo muy solo”.
Adela lamenta que a estas alturas todavía existan muchos prejuicios contra los judíos.
“Hace una semana, una profesora en el Centro de Estudios Superiores de San Ángel (CESSA) en México, hizo un chiste del holocausto en una clase por zoom. No le importó que la estaban grabando. Su chiste era de mal gusto”.
Como consecuencia, considera que es muy fácil odiar al judío cuando no los conoces.
“Somos tan pocos en el mundo.Yo invito a esas personas a que nos conozcan y sepan de nuestras historias. Somos personas como todas las demás. Ya acabó la Segunda Guerra Mundial”.
Su experiencia al demandar al NYU, la hizo tomar conciencia de la importancia del activismo. Por eso, dice que ahora estudia una maestría en derecho. “Quiero ser abogada en derechos civiles y proteger a los grupos religiosos”.
Adela junto con una muchacha cristiana de Egipto, va a empezar el show “American-ish Show”. Daughters of Diaspora en Instagram para platicar de sus historias y de sus experiencias en común contra el odio. En dos semanas, puedes verlas en: https://instagram.com/americanishshow?utm_medium-copy_link
Aumento del odio
Natan Pakman, subdirector de la oficina en Los Ángeles de la Liga de Antidifamación, recordó en el Día Internacional de Conmemoración del Holocausto, que en los últimos 5 años, han visto un 40% de aumento en incidentes antisemitas en Estados Unidos.
“Los dividimos en tres grupos: acoso, asaltos violentos y vandalismo. Los asaltos son el grupo más chico. El acoso puede darse en persona o por Internet; y en Los Angeles vemos mucho vandalismo aún en las sinagogas que se supone son considerados lugares seguros”.
Pero también, explica que existen lo que llaman las microagresiones, comentarios que quizá no parecen ser agresivos pero afectan terriblemente.
“Es algo que muchos miembros de la comunidad, colegas, amigos y alumnos experimentan. Es la manera como todos los prejuicios circulan. El odio es como un virus, circula y se repite con comentarios o ideas sueltas de un periodista, de un jefe, de un personaje público”.
Pero en contrapartida, sostiene que trabajan para contrarrestarlos, primero investigando el tema, para tener las estadísticas y entender lo que pasa.
“También trabajando con las policías y las agencias federales porque los casos de antisemitismo, no siempre se investigan como crímenes diferentes a los demás”.
Y la otra parte es la educación. “Hacemos entrenamiento en cuanto a prejuicios y estereotipos en escuelas, universidades y compañías privadas a alumnos, maestros, personal y administradores”.
Pakman afirma que el mensaje general, es reportar incidentes cuando uno mismo o un desconocido los experimenta.
“El mensaje en este día es que todos trabajemos juntos para pelear todas las formas de odio, porque cuando en una comunidad, hay antisemitismo, suelen existir otras formas de prejuicios y odio”.
Enfatiza que la manera de pelear contra del antisemitismo, lo antilatino, lo antiasiático y lo antiafroamericano, es trabajar juntos en coalición.
“Cuando uno escucha de un incidente en contra de una comunidad, expresen su solidaridad y estén en contacto. En conjunto, podemos contrarrestar el odio”.