Funcionarias de justicia en Guerrero, México, arreglan diferencias a mordidas

Tras su despido, la ex directora de Recursos Humanos de la Fiscalía de Guerrero tomó de la mano a la titular de la dependencia y le mordió dos dedos

Sandra Luz Valdovinos,  fiscal de Guerrero, resultó agredida por una subalterna.

Sandra Luz Valdovinos, fiscal de Guerrero, resultó agredida por una subalterna. Crédito: Agencia Reforma

La Fiscalía General de Guerrero (FGE) informó que la fiscal Sandra Luz Valdovinos fue mordida por una subalterna luego de que se le comunicara su cambio de adscripción, por lo que se presentó una denuncia.

Marvila Alicia Melo, ex directora de Recursos Humanos de la dependencia, discutió con la fiscal el 10 de febrero y la diferencia terminó en agresión.

“(Melo Vela) presentó una crisis, que se tradujo en tomar la mano de la Fiscal y mordérsela”, informó la dependencia, que agregó que Melo Vela tiene antecedentes de conducta violenta, abuso de autoridad y de probables actos de corrupción.

Versiones extraoficiales indican que la ex funcionaria allegada al ex fiscal, Jorge Zuriel de los Santos, se enfrentó a golpes con la teniente militar nombrada a propuesta de la Gobernadora Evelyn Salgado.

Melo Vela denunció temer por su vida y la de su familia. Aseguró que fue agredida, detenida y desnudada por escoltas, quienes le tomaron fotos. Además dijo que fue obligada a firmar su renuncia, mientras hombres armados la encañonaban.

“Me dijo que requería de mi presencia, yo le contesté ‘sí jefa, nomás que estoy en mi casa’, a lo que contestó que tenía 10 minutos para llegar porque ella tenía una cita con el médico en media hora”, contó.

Al llegar a la despacho de la FGE, narró, estaban cuatro soldados encapuchados con armas largas.

La ex funcionaría mencionó que también se encontraban presentes el Vicefiscal de Investigación, Miguel de la Cruz Pérez; el Vicefiscal de Control, Apoyo y Logística de Procuración de la Justicia, Martín Rizo, y uno de los escoltas de la Fiscal, identificado como Martín Erbez.

Denunció que fue encerrada y obligada a firmar un documento de renuncia irrevocable, encañonada por las hombres armados, por lo que pidió sólo ser cambiada de adscripción.

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