“Lo tengo en la sangre”: Diego Herrera, el prodigio de 17 años que está causando sensación en los hipódromos del sur de California
El joven de Inglewood empezó a ver carreras de caballos justo en el lugar donde hoy se localiza SoFi Stadium; precoz como pocos, Diego Herrera empezó a ganar carreras parejeras a la edad de 12 años y actualmente se codea con leyendas como Víctor Espinoza, quien admira su dedicación
Donde hoy se erige majestuoso el SoFi Stadium, estadio que se ha convertido en el epicentro de los deportes, existió mucho tiempo un importante hipódromo, Hollywood Park. Y a un costado de aquella legendaria pista de carreras estuvo muchas veces mirando a los caballos un niño llamado Diego Herrera.
Ese niño tiene hoy 17 años, pero ya no solo mira a los caballos, sino que los monta como jinete profesional. Hace un par de meses, el joven hispano de Inglewood cumplió una jornada que suena increíble: 14 carreras en mismo día, en dos distintos hipódromos y victorias en ambos.
“No sé, a lo mejor es la juventud”, dice él entre risas cuando se le pregunta cómo le hizo para poder correr tantas veces. “Me gusta mucho este deporte, yo creo que lo tengo en la sangre”.
Ese 2 de enero, Diego Herrera corrió cinco veces en el hipódromo de Santa Anita, que se encuentra en la ciudad angelina de Arcadia, al pie de las montañas San Gabriel. Luego corrió nueve veces en Los Alamitos, que está cerca de la costa en el Condado Orange. En su carrera 14, el joven jockey fue reemplazo de última hora y logró el triunfo con ‘Kiss Thru Fire’ en el Charger Bar Handicap con una bolsa de $100,000 dólares.
Herrera, quien cumplirá 18 años en el mes de mayo, corre este 5 de marzo el evento más grande de su trayectoria: el Santa Anita Handicap, que es una de las competencias más importantes del hipismo en California.
El purasangre que Diego montará tiene un nombre atractivo con el que Herrera tratará de hacer más ruido: ‘Soy Tapatío’. “Ya tenemos unos ganados. Es un caballo muy noble, especial para mí. Le tengo mucho cariño y ojalá que nos vaya bien”, comenta el hijo de padres inmigrantes mexicanos.
“Creo que es una carrera que es muy difícil para ganar. Si se pone a mirar la historia solamente los mejores jinetes la han ganado, pero yo tengo confianza en el caballo que va a correr bien”.
Diego Herrera empezó a subirse a los caballos a los 3 años de edad
Agustín Herrera, el padre de Diego, se decica al negocio de la jardinería. Pero cuando aún estaba en su natal Aguascalientes, México, trabajaba en un rancho donde siempre estaba involucrado con caballos y otros animales.
Diego Herrera dice que aún recuerda la primera vez que se subió a un caballo teniendo solo 3 años de edad, cuando visitó un rancho con su familia: “Desde ahí me encantó. Después de eso siempre íbamos a los ‘pony ride’ con mi papá”.
Cuando Diego tenía alrededor de 7 años, su papá, que ya se había hecho de caballos de carreras, le compró un pony. Una cosa llevó a otra: los hijos de otros dueños de caballos montaban sus propios ponys en el área de corrales de Los Alamitos y empezaron a hacerse carreras de amigos; los niños eran asegurados con un cincho o en sillas de montar pequeñas, según cuenta. El gusto por correr caballos empezó a convertirse en una vocación para él.
“Cuando mi papá supo que estaba listo, me dio la oportunidad de subirme a uno de sus caballos y con él fue que gané mi primer carrera en las parejeras”, indica Herrera sobre sus inicios en un carril llamado Jardín Rancho Los Alamos en la ciudad de Hesperia, al noreste de Los Ángeles. Tenía 12 años.
“El jinete no pudo llegar, no había nadie más porque era muy temprano. Mi papá me dijo: ‘Bueno, pues te la vas a tener que rifar’. Yo dispuesto como siempre, y sí, arrancamos de las puertas por primera vez, fue mi primer carrera. Lo tomé como una carrera normal, un trabajo pues, y ganamos… Fue algo muy especial para mí”, relata Herrera.
Se puede decir que ese día nació un jinete de carreras que al paso de los años se convierte en una linda e interesante historia.
Por cierto, Herrera, quien tiene tres hermanas y un hermano, revela que su mamá no estaba muy de acuerdo en que él estando tan chico anduviera corriendo caballos, pero dice: “Ahí no podía decir nada, ya era una cosa del momento”.
Víctor Espinoza cree que Diego Herrera tiene un gran futuro
La primera victoria de Diego Herrera en una pista de hipódromo la logró a los 16 años montando a ‘Tomasino’ en Los Alamitos, que es como su segundo hogar. Óscar Casillas, el dueño del caballo, le dio la oportunidad de correrlo.
Su proceso de aprendizaje como jinete le llevó de las carreras de cuarto milla de Los Alamitos a las de mayor distancia. El Santa Anita Handicap de este sábado, con una bolsa de $650,000 dólares, es de 1 1/4 millas.
“Es una cosa muy diferente”, comenta Herrera sobre su llegada a Santa Anita. “Aquí estamos compitiendo con los mejores jinetes del mundo, tengo que estar en una mentalidad fuerte y listo para competir”.
La mentalidad del joven jinete de Inglewood estuvo a prueba el año pasado cuando corrió durante la temporada en el hipódromo de Del Mar, cerca de San Diego, sin conseguir un solo triunfo.
“Fue algo que me puso a prueba y me ayudó mucho en superarme y no darme por vencido”, comenta el joven que tiene en la actual temporada 146 arrancadas en caballos purasangre con 17 primeros lugares, 21 segundos y 22 terceros, y ganancias de $782,395 dólares. En su carrera acumula 523 inicios, 61 triunfos y ganancias totales de más de $1.9 millones de dólares (solo una fracción es para el jinete).
“Este chico trabaja realmente fuerte”, opina el legendaria jinete mexicano Víctor Espinoza, ganador de la mítica Triple Corona en 2015 montando a American Pharoah. “Se ve como que tiene un gran futuro”.
Herrera expresa su admiración y agradecimiento por leyendas como Espinoza o el boricua John Velázquez.
“Ellos me han ayudado mucho. Hay veces que yo cometo errores en carreras y ellos me dicen lo que hubiera podido hacer diferente. Son jinetes de mucha clase y les gusta ayudar a los jinetes que van empezando”, cuenta el jinete aprendiz, quien le da especial crédito a Óscar Andrade, un jinete que le enseñó mucho de lo que sabe y quien tristemente vio cortada su carrera hace dos décadas al sufrir un terrible accidente que le dejó paralizado.
Herrera ha crecido entre caballos y la adrenalina de la velocidad es parte importante de su vida, pero entiende lo peligroso que es su trabajo. El año pasado sufrió un accidente que luego provocó la caída de otros seis compañeros jinetes.
“Eso me enseñó cómo tener más cuidado, porque no solamente es mi vida, es la de los demás y todos nos tenemos que cuidar entre nosotros”, comenta Herrera, quien entonces se levantó para seguir corriendo.
“Yo siempre he dicho que el que tiene miedo no se debe subir al caballo de carreras, no es por hablar mal de nadie. Yo pienso que esto de correr caballos es muy peligroso y cuando alguien se pone algo en la cabeza, no montas igual”, opina.
La meta de Diego este año: comprarle una casa a sus padres
Diego Herrera dice que desde muy chico supo que quería dedicarse a correr caballos y ya está haciendo cosas sobresalientes para alguien de tan corta edad. Pero de todos modos ya se graduó de la preparatoria Lennox Academy, fue vía remota debido a la pandemia. “Me lo puse en la mente que tenía que hacer eso para mis padres y gracias a Dios salimos adelante”, dice.
Y luego, al hablar de sus metas para este 2022, Herrera dice: “Seguir haciendo ruido y cuidarme; estar saludable. Pero una meta muy grande que tengo este año es comprarle una casa a mis papás y tenerlos en una casa donde ellos se sientan conformes, ahorita rentamos…”.
Las carreras de este sábado en Santa Anita serán televisadas en vivo en el canal CNBC de 1 a 3 pm PT. La carrera estelar donde muchas miradas estarán puestas en el joven prodigio Diego Herrera será a las 5 pm y podrá verse por TVG, canal 602 de DirecTV.