Una potencial huelga se cocina en los puertos de la costa oeste de EE.UU.: 22,000 trabajadores podrían ir a paro

Un riesgo potencial se cocina en los puertos mercantiles de la costa oeste de Estados Unidos: una posible huelga que llevaría al paro a más de 22,000 trabajadores.

El escenario de riesgo no es menor. Este número de trabajadores opera 29 muelles en rutas de gran trascendencia para el mercado internacional de mercancías.

Principalmente en los puertos mercantes de Long Beach y Los Ángeles, en donde trabajan tres cuartas partes de los 22,000 trabajadores involucrados, y puerto de entrada de los productos enviados desde Asia.

Una huelga que resulte del conflicto entre miles de trabajadores sindicalizados y sus empleadores daría un golpe más a la maltrecha economía mundial y sometería a una mayor presión las cadenas internacionales de suministro.

El problema surge porque a finales de junio próximo, el contrato colectivo de todos estos trabajadores portuarios se termina, y entonces vendrá un proceso de negociación que se vislumbra complejo, según un reporte de The New York Times.

El Sindicato Internacional de Estibadores y Almacenes sabe que las condiciones actuales del mercado, con puertos saturados, decenas de barcos varados en el Pacífico y una inflación rampante, los trabajadores tienen una gran potencia para apalancar las negociaciones.

Los diferentes sectores asociados al tráfico internacional de contenedores con mercancías saben que una negociación entrampada o una huelga significaría un nuevo golpe a la economía internacional.

Quienes conocen bien el tamaño de un impacto son los trabajadores que llevan los contenedores de los puertos a los almacenes de venta.

Camioneros, empresas de logística y tiendas minoristas saben que cada vez que se acerca un momento de negociación de este tipo, el flujo de mercancías se ralentiza.

Sin embargo, estos no son tiempos normales, sino que persisten los desajustes en las cadenas de suministro, ocasionados por la pandemia, y el conflicto en Ucrania por la invasión rusa de por medio.

Desacelerar el tráfico de mercancías en los puertos de la costa oeste provocaría escasez de productos y, por lo tanto, una mayor inflación, con precios que se dispararían aún más.

En tanto, las representaciones sindicales de los trabajadores de los puertos consideran que su trabajo es vital para la economía, pero peligroso y físicamente agotador, por lo que saben que tienen argumentos para presionar en las negociaciones.

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