Champions League | Gases lacrimógenos, aglomeraciones y violencia: la UEFA investigará el caos que se vivió en la final del torneoen París
Aficionados del Liverpool y el Real Madrid denunciaron excesos policiales e incidentes causados por grupos de jóvenes locales que sembraron el caos antes y después del partido
La UEFA ha encargado un informe independiente sobre los incidentes del sábado en las afueras del Stade de France en París que retrasaron el inicio de la final de la Liga de Campeones entre el Liverpool y el Real Madrid.
El partido comenzó más de media hora tarde y se observaron aglomeraciones de aficionados del Liverpool, a los que la policía roció con gases lacrimógenos.
Las autoridades francesas denunciaron el lunes un supuesto fraude “a escala industrial” con las entradas de la final, en plena polémica sobre la gestión en materia de seguridad en el evento.
La UEFA, que inicialmente atribuyó los incidentes a la “llegada tardía” de algunos espectadores, anunció una “revisión exhaustiva” que se concretará en un informe “independiente” para determinar qué ocurrió y depurar responsabilidades.
Pero, ¿qué fue lo que pasó en los aledaños del Stade de France la tarde del sábado? lA BBC y otros medios han recopilado testimonios de fans que estuvieron allí y sufrieron, en mayor o menor grado, los altercados.
Denuncias de excesos policiales
Las imágenes tomadas justo antes del inicio del partido muestran a aficionados del Liverpool -que tenían entradas- formando enormes colas, y a la policía francesa usando gases lacrimógenos contra la multitud.
El trato a los aficionados fue “una vergüenza absoluta”, declaró a BBC un fan del Liverpool, Tom Whitehurst.
El aficionado explicó que tuvo que sacar del lugar a su hijo discapacitado después de que los gendarmes los rociaran con gas pimienta.
Los fans “fueron rociados indiscriminadamente con gas pimienta y había personas con boletos que habían llegado dos horas y media antes, que hacían cola, y recibieron las cargas de antidisturbios con escudos”, aseguró.
El gobierno de Londres ha pedido una investigación sobre el trato que recibieron los fans del Liverpool.
Aglomeraciones
Una de las líneas de tren que daban servicio al estadio, la RER B, no funcionaba, por lo que el tráfico se concentró en la otra, la RER D, con un solo control para todos los aficionados que llegaban al perímetro del estadio.
Otro seguidor del Liverpool Michael Carter, aseguró que el problema comenzó cuando los fans que salían de la estación se dirigieron un “callejón estrecho”.
Después, ya a las puertas del estadio, algunos asistentes situados más atrás en la fila “se estaban levantando los unos a los otros y saltando las vallas porque estaban siendo aplastados“.
Nick Parrott, periodista deportivo de BBC que estuvo en París, describió los sucesos del sábado como “la experiencia más petrificante que he tenido en un partido de fútbol”.
Tuiteó que personas locales sin entrada “trataban de abrirse paso a la fuerza para que la seguridad cerrara las puertas y evitara la entrada de aficionados que sí tenían tickets”.
Atracos y violencia
Seguidores tanto del Liverpool como del Real Madrid denunciaron que muchos de los problemas fueron causados por bandas de jóvenes del barrio de Saint-Denis, donde se encuentra el estadio y que es conocido por ser un foco de marginalidad y delincuencia en la capital francesa.
Los fans se quejaron de que, además de asaltar las puertas para tratar de entrar al estadio sin entrada, hordas de jóvenes locales robaron o atracaron a los aficionados.
“Venían a quitárnoslo todo, a robarnos, pero eran los gendarmes quienes nos lanzaban gas pimienta y pelotas de goma a nosotros”, declaró un aficionado madridista al diario español El Mundo.
Este y otros fans explicaron cómo a la entrada y a la salida del estadio los grupos de jóvenes se abalanzaban sobre los seguidores de ambos equipos, en muchos casos familias con niños, para robarles la cartera o el móvil, sin que los agentes de la gendarmería desplegados pudieran evitarlo.
Confirman estos sucesos numerosos vídeos que circulan en internet y que muestran a los asaltantes en acción.
Algunos delincuentes también trataban de sacar fotografías a los móviles de los fans para sustraerles sus entradas digitales, que en la reventa inmediatamente antes del partido se cotizaban a más de 1,000 euros, según El Mundo.
Otros asistentes que aparcaron en los estacionamientos habilitados o en las calles próximas al estadio denunciaron que, tras regresar a sus vehículos, estos habían sido forzados o tenían las lunas rotas y sus pertenencias en el interior habían sido robadas.
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