La creación de la aspirina, un invento que revolucionó la salud
La empresa alemana Bayer patentó la aspirina el 6 de marzo de 1899. Actualmente, es el fármaco más común en los botiquines domésticos

La aspirina genérica se encuentra dentro de su botella el 14 de marzo de 2006 en Des Plaines, Illinois. Crédito: Tim Boyle | Getty Images
El principio activo de la aspirina es el ácido acetilsalicílico, el cual se elaboró originalmente a partir de una sustancia química que se encuentra en la corteza de los sauces.
En su forma primitiva, el ingrediente activo, la salicina, se usó durante siglos en la medicina popular, comenzando en la antigua Grecia cuando Hipócrates lo usó para aliviar el dolor y la fiebre. Conocido por los médicos desde mediados del siglo XIX, se empleaba con moderación debido a su sabor desagradable y su tendencia a dañar el estómago.
En 1897, el empleado de Bayer, Felix Hoffmann, encontró una manera de crear una estabilizar la droga de una manera más fácil y agradable de tomar. Existe ciertas evidencias que señalan que el trabajo de Hoffmann en realidad fue realizado por un químico judío, Arthur Eichengrun, cuyas contribuciones fueron encubiertas durante la era nazi.
Después de obtener los derechos de patente, Bayer comenzó a distribuir aspirina en forma de polvo a los médicos para dar a sus pacientes un gramo a la vez.
El nombre de la marca proviene de “a” para acetilo, “spir” de la planta spirea (una fuente de salicina) y el sufijo “in”, comúnmente utilizado para medicamentos. Rápidamente, se convirtió en la droga número uno en todo el mundo.
La aspirina estuvo disponible en forma de tabletas y sin receta médica en 1915. Dos años más tarde, cuando la patente de Bayer expiró durante la Primera Guerra Mundial, la empresa perdió los derechos de marca registrada de la aspirina en varios países.
Después de que Estados Unidos entró en guerra contra Alemania en abril de 1917, el Custodio de Propiedad Extranjera, una agencia gubernamental que administra la propiedad extranjera, se apoderó de los activos estadounidenses de Bayer.
Dos años más tarde, el nombre de la empresa Bayer y las marcas registradas para los Estados Unidos y Canadá fueron subastados y comprados por Sterling Products Company, más tarde Sterling Winthrop, por 5,3 millones de dólares.
Bayer pasó a formar parte de IG Farben, el conglomerado de industrias químicas alemanas que constituía el corazón financiero del régimen nazi.
Después de la Segunda Guerra Mundial, los aliados dividieron IG Farben y Bayer volvió a surgir como una empresa individual. Su compra de Miles Laboratories en 1978 le dio una línea de productos que incluye Alka-Seltzer y Flintstones y One-A-Day Vitamins.
En 1994, Bayer compró el negocio de venta libre de Sterling Winthrop, recuperando los derechos sobre el nombre y el logotipo de Bayer y permitiendo que la empresa se beneficiara una vez más de las ventas estadounidenses de su producto más famoso.
Seguir leyendo: