Vendedor de elotes pierde su mano al estallarle una bomba que arrojaron a la puerta de su casa

Su familia necesita de tus donativos para sobrevivir durante este trance difícil de sus vidas

Francisco Azcona necesita de tu ayuda para sobrellevar la tragedia que enfrenta. (Cortesía)

Francisco Azcona necesita de tu ayuda para sobrellevar la tragedia que enfrenta. (Cortesía) Crédito: Cortesía

La vida de Francisco Azcona cambió en cuestión de segundos cuando al salir de su casa en la ciudad de Santa Ana, California, se encontró casi junto a la puerta con una bola forrada de aluminio, la que levantó para tirar al bote de la basura; y en ese momento, sobrevino una fuerte explosión que provocó que perdiera su mano izquierda.

Hoy su familia, te pide encarecidamente por tus donativos económicos para ayudarlos a salir adelante de esta tragedia. Para darles una ayuda, visita la página de GoFundMe: Street Vendor Lost his Hand (Vendedor Ambulante Pierde su Mano).

“Cuando tomó la bola, no supo ni cómo explotó. Él solo quería echarla al bote de la basura cuando le estalló en la mano”, dice Jacqueline López, su esposa.

Francisco Azcona pierde su mano izquierda al estallarle una bomba casera. (Cortesía)

En busca de una vida mejor, Francisco de 22 años y Jacqueline llegaron de Puebla, México a Santa Ana hace tres meses. En Puebla, dejaron a su hija de dos años de edad, al cuidado de los abuelos.

La pareja vive en Santa Ana, con el hermano de Jacqueline, Luis López, su esposa y sus tres hijos menores.

“Todos somos vendedores ambulantes. Vendemos elotes, papas, raspados, mangoneadas”, dice Luis.

El accidente ocurrió alrededor de las 10:15 de la mañana del viernes 17 de junio.

Jacqueline relata que se estaban preparando para almorzar y bañar, antes de irse a trabajar.

“Él estaba solito afuera. Todos estábamos dentro de la casa. Yo estaba junto a una ventana, preparando el almuerzo, cuando se oyó un ruido fuerte que nunca había escuchado y miré que salió como lumbre”, dice.

Y recuerda que la explosión destruyó la corteza de un árbol y los vidrios de la camioneta que estaban junto a los botes de basura.

Fueron los vecinos los que llamaron a la ambulancia y la policía. 

“De la mano izquierda de mi esposo no quedó nada. Mi hermano le levantó la muñeca para que no siguiera sangrando”.

Jacqueline cuenta que en el hospital no tuvieron opción más que amputarle bien la mano izquierda.

“La mano derecha la tiene muy hinchada, muy afectada. Los médicos nos han dicho que con el tratamiento se puede recuperar, pero eso puede tardar varios meses”. También sufrió lesiones y heridas en el pecho y en los brazos.

Francisco fue dado de alta en el hospital, 5 días después de haber ingresado a emergencias. Sin embargo, está muy impactado por la tragedia vivida.

“Está muy asustado. Llora cuando está dormido. Como que vuelve a vivir el momento de la explosión y brinca en la noche”. 

Pero Francisco no es el único que ha quedado con trauma severo.

Todos en la casa tenemos miedo. Despertamos con ansiedad. No sabemos de dónde salió esa bomba y quién la arrojó a la casa. La policía nos dijo que era una bomba expansiva de fabricación casera, y están investigando”, dice Jacqueline.

Dice que incluso los tres niños de su hermano tienen mucho miedo; y más ahora que se acerca el 4 de Julio, Día de la Independencia de Estados Unidos, cuando se lanzan y truenan cohetes por todas partes.

Francisco Azcona sostiene a su sobrino, antes de sufrir el accidente. (Cortesía)

Al dolor tan grande que ha provocado el terrible accidente a Francisco y su familia, se suma la incertidumbre económica.

“Esta bomba nos dañó demasiado. Ni mi esposo ni yo podemos trabajar ahora. Depende de mí para todo, para comer, para ir al baño. No puede hacer nada. Yo lo tengo que cuidar y apoyar en todo. La mano que le queda, la tiene vendada, y se llevará mucho tiempo para que se recupere”.

“La verdad, dice Jacqueline, lo que nos ha pasado es muy feo, y no se lo desea a nadie”.

Rosa López, una prima de Jacqueline, abrió una cuenta en el sitio de GoFundMe para recaudar fondos para apoyar económicamente a Francisco y Jacqueline durante este delicado trance. La meta es juntar $15,000, pero solo han logrado reunir $450.

 “Ellos son vendedores ambulantes y con esta tragedia no han podido salir a trabajar. Por eso, pedimos la ayuda de todos para recaudar fondos, que ayuden con los gastos de terapias, cuentas del hospital, comidas, etc. Cualquier ayuda es apreciada”, suplicó Rosa.

No te olvides de visitar el sitio GoFundMe para apoyar a Francisco.

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