Arrestan a un hombre en Dallas por el asesinato de una mujer cometido en 1989
La policía de Dallas se tardó 33 años en tratar de resolver al caso de una mujer que fue estrangulada en el interior de su domicilio. Ahora, solo debe comprobar que el hombre a quien detuvo es el responsable
Tuvieron que transcurrir 33 años para que las autoridades de Dallas descubrieran al posible responsable del asesinato de una mujer ocurrido en la cuadra 400 de North Frances Street en West Oak Cliff.
El 19 de enero de 1989, la policía respondió a una llamada en la cuadra 411 de North Frances Street, donde se informó de que se había encontrado a una persona sin vida.
Al arribar al sitio, los agentes responsables identificaron que una mujer de nombre Mary Hague Kelly había sido asesinada.
Posteriormente, un médico forense determinó que en el cuello de la víctima predominaban varias marcas que ocasionaron su estrangulamiento. Sin embargo, después de una minuciosa revisión no se encontraron pistas contundentes que determinaran al posible responsable del crimen.
Lo único que resultaba evidente era que no había indicios de que la entrada de la casa hubiera sido forzada, pero el asesino de la mujer se había llevado varias de sus pertenencias, así como el vehículo en el que acostumbraba desplazarse, por lo cual se presume que la conocía bien.
Las muestras de ADN resultaron clave
Como parte del protocolo de la investigación para dar con el responsable, las autoridades tomaron muestras de ADN encontradas en el sitio donde falleció Kelly, pero durante años el caso parecía ser un misterio sin resolver.
No obstante, este fin de semana la investigación dio un giro, luego de que se dio a conocer la detención de David Rojas, un individuo de 53 años a quien se le responsabiliza de haberle quitado la vida a Mary Hague Kelly, pues las pruebas de ADN arrojaron que las muestras tomadas del cuerpo de la víctima coinciden con las del sujeto antes mencionado y quien en el momento en que ocurrieron los hechos tenía 20 años.
En tanto inicia el proceso judicial que determinará su aparente responsabilidad, Rojas permanece en la cárcel del condado de Dallas y se enfrenta a un cargo de asesinato con posibilidad de pena capital.
De esta manera, solo basta por conocer los motivos que lo llevaron a estrangular a la mujer cuya muerte ha permanecido sin castigo hasta el momento.
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