E. Coli: cómo puedes prevenirte de una infección

La Organización Mundial de la Salud (OMS) brinda 5 recomendaciones clave a los consumidores para evitar una infección de E. Coli

e. Coli

La bacteria es contraída cuando una persona ingiere algún alimento contaminado. Crédito: Metamorworks | Shutterstock

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) continúan investigando la fuente de alimentos detrás de un brote de E. Coli de “rápida propagación” que se detectó en el medio oeste del país, más específicamente en Ohio y Michigan.

La llamada Escherichia coli, que hasta la fecha ha infectado unas 29 personas en los dos estados, es una bacteria fecal que puede provocar enfermedades graves, sobre todo en niños o adultos mayores.

La bacteria es contraída cuando una persona ingiere algún alimento contaminado, incluso empaquetados, o cuando se inhala agua infectada a través de los conductos nasales. El microorganismo suele viajar en aguas contaminadas si no se tienen las medidas de higiene y limpieza adecuadas.

Entre los síntomas de la enfermedad causada por E. Coli productora de toxina Shiga destacan los calambres abdominales y la diarrea, que puede progresar en algunos casos a diarrea sanguinolenta (colitis hemorrágica) así como fiebre y vómitos.

Los CDC aseguran que la ‘E. coli’ es la bacteria resistente a los antibióticos más común en la Unión Europea.

Cualquier persona que tenga síntomas de una infección de E. Coli se le aconseja escribir lo que comió la semana antes de enfermarse, reportar su enfermedad al Departamento de Salud local y responder preguntas de las autoridades de salud pública sobre su enfermedad.

Qué hacer para evitar la E. Coli

Entre las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a los consumidores que sigan estos pasos para evitar una infección de E. coli.

  • Lava los utensilios, las tablas de cortar y los mostradores que vayas a usar; lávate las manos y lava las verduras y frutas frescas, aunque pienses cortarlas o pelarlas.
  • Separa la carne, aves, pescados, mariscos y huevos crudos de los alimentos precocinados tanto en el refrigerador como en la cesta de la compra. Usa tablas de cortar y platos separados para carnes, aves, pescados y mariscos crudos.
  • Cocina los alimentos a la temperatura interna adecuada con la ayuda de un termómetro de alimentos.
  • Enfría los alimentos perecederos en un plazo máximo de dos horas (una hora si la temperatura exterior es de más de 90 °F) y descongela los alimentos congelados en el refrigerador, no en la encimera.

El reservorio de este patógeno es principalmente el ganado bovino. También se consideran reservorios importantes otros rumiantes, como ovejas, cabras y ciervos, y se ha detectado la infección en otros mamíferos (como cerdos, caballos, conejos, perros y gatos) y aves (como pollos y pavos).

Un número creciente de brotes se asocian al consumo de frutas y verduras (como las coles de Bruselas, las espinacas, la lechuga, las ensaladas de col y de otro tipo) contaminadas por el contacto con las heces de animales domésticos o salvajes en algún momento durante su cultivo o manipulación.

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