Intento de asesinato contra la vicepresidenta argentina Cristina Fernández falló porque el arma del atacante brasileño se atascó
Fernando André Sabag Montiel, presunto pistolero de nacionalidad brasileña, apretó el gatillo cerca de la cabeza de la vicepresidenta argentina Cristina Fernández, pero el arma no se disparó afirman las autoridades
Un hombre de nacionalidad brasileña intentó matar a la vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández, frente a su casa, pero el arma se atascó, informó el presidente del país.
El hombre fue capturado rápidamente por los agentes de seguridad de Fernández en el incidente del jueves por la noche, dijeron las autoridades.
El presidente Alberto Fernández, quien no es pariente de la vicepresidenta, dijo que la pistola no se disparó cuando el hombre intentó accionarla.
“Un hombre le apuntó con un arma de fuego a la cabeza y apretó el gatillo”, dijo el presidente en una transmisión nacional después del incidente. Dijo que el arma de fuego estaba cargada con cinco balas, pero “no disparó a pesar de que se apretó el gatillo”.
El presunto pistolero fue identificado como Fernando André Sabag Montiel, ciudadano brasileño, dijo un funcionario del Ministerio de Seguridad, quien habló bajo condición de anonimato, dijo el funcionario. Agregó que el arma era una Bersa calibre .32.
Sabag ya había sido arrestado en marzo de 2021 por portación de un arma no convencional, un cuchillo de 35 centímetros de largo, que declaró que tenía para defensa personal, según publico el diario El Clarín.
Cristina Fernández, quien se desempeñó como presidenta de 2007 a 2015, no parecía haber sufrido ninguna lesión, y el pistolero fue dominado en segundos mientras se encontraba entre una multitud de sus seguidores.
Gina De Bai, una testigo que estuvo cerca de Fernández durante el incidente, dijo que escuchó “el sonido del gatillo al ser apretado”. Ella dijo que no se dio cuenta de que era una pistola hasta que el personal de seguridad corrió hacia el hombre.
El presidente Fernández lo calificó como “el incidente más grave desde que recuperamos la democracia” en 1983 luego de una dictadura militar. Instó a los líderes políticos y a la sociedad en general a repudiar el intento de tiroteo.
El ataque se produjo cuando Cristina Fernández enfrenta un juicio por presuntos actos de corrupción durante su presidencia, cargos que ella niega con vehemencia y que han llevado a sus partidarios a rodear su casa en el exclusivo barrio de Recoleta de la capital argentina.
Un video transmitido por los canales de televisión locales mostró a la vicepresidenta saliendo de su vehículo rodeada de simpatizantes cuando se ve a un hombre extendiendo su mano con lo que parece una pistola.
La vicepresidenta se agacha mientras la gente que rodea al aparente pistolero parece sorprendida por lo que está sucediendo.
Un video no verificado publicado en las redes sociales muestra que la pistola casi toca la cara de Fernández.
El mandatario declaró el viernes feriado “para que el pueblo argentino pueda, en paz y armonía, expresarse en defensa de la vida, la democracia y en solidaridad con nuestra vicepresidenta”.
Los simpatizantes de la vicepresidenta se han estado reuniendo en las calles que rodean su casa desde la semana pasada, cuando un fiscal pidió una sentencia de 12 años para Fernández, así como la inhabilitación de por vida para ejercer cargos públicos.
Poco después del incidente, los funcionarios del gobierno se apresuraron a denunciar lo que llamaron un intento de asesinato.
“Cuando se impone el odio y la violencia sobre el debate de las ideas, las sociedades se destruyen y generan situaciones como la que se vive hoy: un intento de magnicidio”, dijo el ministro de Economía, Sergio Massa.
Cuando Fernández sale de su apartamento todos los días alrededor del mediodía, saluda a sus simpatizantes y firma autógrafos antes de subirse a su vehículo para ir al Senado. Repite la misma rutina todas las noches.
El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula Da Silva, candidato a las elecciones presidenciales de su país el próximo mes, también se solidarizó con Fernández, calificándola de “víctima de un criminal fascista que no sabe respetar las diferencias y la diversidad”.