Mexicanos residentes de Los Ángeles reaccionan con asombro por el terremoto en su país

Algunos recuerdan con temor sus experiencias con sismos; en el consulado dicen que no hay un programa de ayuda

Martina Chávez, una ama de casa de 52 años originaria de Tecomán, Colima llora por el temblor.

Martina Chávez, una ama de casa de 52 años originaria de Tecomán, Colima llora por el temblor. Crédito: JORGE MACIAS | Impremedia

Consternación, miedo, nerviosismo y pensamientos de solidaridad fueron parte de la reacción de mexicanos residentes en Los Ángeles al gran terremoto de 7.7 grados que sacudió este lunes al país que los vio nacer país.

De hecho, algunos entrevistados por La Opinión resaltaron que el fatídico 19 de septiembre es una fecha imborrable ya en su mente: en 1985 y 2017- dos intensos movimientos telúricos cobraron miles de vidas.
Y en el consulado general de México en Los Ángeles, una funcionaria de quien omitimos su nombre respondió que “por el momento” en la sede diplomática “no hay ningún programa [de ayuda] para sus connacionales. “Si es que se necesita les haremos saber”.

El epicentro del movimiento trepidatorio del 19 de septiembre de este año fue Coalcomán, en el estado de Michoacán y se sintió en numerosos estados.

Con lágrimas en el rostro, Martina Chávez, una ama de casa de 52 años originaria de Tecomán, Colima dijo que no se había podido comunicar por varias horas con sus familiares desde las 11:05 de la mañana cuando sucedió el terremoto.

“Allá tengo a ocho hermanos y a mi hermana Verónica que vive acá no le quiero decir nada porque le pegó un preinfarto y la tengo hospitalizada”, declaró.

Una réplica relevante de 5.3 grados sucedió en su tierra natal, a eso de las 12:30 horas (tiempo de Los Ángeles), según reportó el Servicio Sismológico Nacional de México.
“No quiero ni ver las noticias; me ponen demasiado nerviosa”, añadió la señora Chávez.

“Todo está bien”
Rosi Ayala, de 53 años, paisana de la señora Martina y nacida en la ciudad de Colima, comentó que su hermano Rosario le hizo saber mediante una videollamada que “todo está bien con la familia”.
“Eso me tranquilizó porque pasó más de una hora del temblor y yo no podía comunicarme”, expresó la propietaria de Pepe’s Thrift Shop, una tienda de muebles de segunda mano ubicada en la calle 8 de Los Ángeles.

En México, cada 19 de septiembre en México se conmemora el Día Nacional de la Protección Civil, que incluye un simulacro de terremoto, y en California, -estado también propenso a terremotos- y donde reside la señora Ayala dijo que está consciente de ellos y “siempre” ha estado preparada para responder a una emergencia de tal naturaleza.

“Tengo un botiquín preparado artículos de primeros auxilios, y lo indispensable como agua y medicinas”, aseguró.

“No estoy preparado”
Aimar Salvador, estudiante de la secundaria de Artes Robert F. Kennedy, narró que él estaba cerca de Tuxtepec, Veracruz, cuando ocurrió el terremoto del 19 de septiembre de 2017.
“Recuerdo que tembló muy fuerte en Puebla, y aunque nosotros estábamos algo retirados también lo sentimos y estuvo feo”.

¿Y si en California se da un temblor fuerte, estas preparado?, se le preguntó.

“No lo había pensado”, respondió el adolescente de 17 años.

Avelino Macías, de 48 años, trabajador de un restaurante manifestó que se sentía “aliviado” porque de inicio no se habían reportado heridos ni víctimas mortales.

Sin embargo, una barda que se derrumbó en un edificio de Manzanillo., Colima ,aplastó a una señora quien murió instantáneamente. Hasta el momento se desconoce la identidad de la víctima.
“Sé que fue algo terrible, pero también sé que los mexicanos podemos ayudarnos unos a otros cuando más se necesita”, dijo Avelino.

Por su parte, Raúl Sánchez, un paletero michoacano de 65 años recordó que, durante el terremoto de septiembre 19 de 2017, hubo confusión y cortes de electricidad en su pueblo.

“Los postes de la luz se mecían de un lado a otro, y eso le da mucho miedo a uno”, dijo a La Opinión. “La tierra se movía bien feo”.

De acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el sismo del 19 de septiembre de 1985 liberó 32 veces más energía sísmica que el del 19 de septiembre de 2017.

“Pensé que se iba a abrir la tierra”, contó Beatriz Hernández, originaria de Santiago Matatlán, Oaxaca, con respecto al sismo de hace cinco años. “Estuvo muy fuerte”.

En efecto, ese terremoto se produjo un martes 19 de septiembre, a la 1:14 de la tarde. Tuvo una magnitud de 7.1 y su epicentro se localizó 12 kilómetros al sureste de Axochiapan, Morelos, de acuerdo con el Servicio Sismológico Nacional de México. Ocurrió 12 días después del terremoto de Chiapas.

“Si hay que ayudar en algo, yo estoy dispuesto”, comentó Manuel Arroyo, originario de Durango y esposo de Beatriz. “Así somos los mexicanos, solidarios en las tragedias”.

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