China promete en la ONU “pasos enérgicos” ante “interferencias” sobre Taiwán
Las autoridades chinas reaccionan luego que el presidente de EE.UU., Joe Biden, prometió apoyo militar a Taiwán ante una posible invasión de China, que considera a la isla parte de su territorio.
El ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, advirtió en la ONU que Pekín, tomaría medidas contundentes para evitar cualquier apoyo e interferencia externa a la independencia de Taiwán.
“Debemos combatir las actividades separatistas de independencia de Taiwán con firmeza y dar los pasos más enérgicos para oponernos a la interferencia externa”, dijo el jefe de la diplomacia china en su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Wang se reunió el viernes con su par estadounidense, Antony Blinken, y advirtió sobre los esfuerzos de Washington para respaldar a Taiwán, en momentos en que el Congreso impulsa una iniciativa para proporcionar ayuda militar directa a la isla.
En su discurso ante la ONU, donde Taipei no está representada, el canciller chino mostró una línea dura. “Cualquier acción para obstruir la reunificación de China está destinada a ser aplastada por las ruedas de la historia”, aseveró.
Taiwán fue parte de China y los nacionalistas de Chian Kai-sheck derrotados por las fuerzas Mao Tse-Tung huyeron a Taiwán tras la guerra civil en 1949.
Fuerzas estadounidenses defenderían a Taiwán
Pero Taiwán, aunque nunca declaró formalmente la independencia, se administra a sí misma, tienen un sistema democrático y muchos taiwaneses no ven una conexión con China.
El presidente Joe Biden afirmó hace una semana que las fuerzas estadounidenses defenderían a Taiwán de una invasión china, aunque la Casa Blanca aclaró que su política hacia China no había cambiado.
Washington cortó las relaciones diplomáticas formales con Taiwán en 1979, cuando pasó a reconocer a Pekín como único representante de China.
Pero al mismo tiempo, mantuvo un papel decisivo en su apoyo a Taiwán.
Una ley aprobada por el Congreso obliga a Washington a vender a Taipei suministros militares para garantizar su autodefensa frente a las fuerzas de Pekín.
Empero, Estados Unidos mantiene lo que se conoce como “ambigüedad estratégica”, concebida tanto para evitar una invasión china como para disuadir a Taiwán de provocar a Pekín declarándose independiente.