Madre y abuela de Quinton Simon, el niño desaparecido en Georgia, fueron captadas embriagándose en un bar
La policía ya le solicitó al bar las imágenes grabadas por una cámara de vigilancia
Se gastaron $300 dólares ingiriendo tragos de Tequila Patrón. Crédito: Joe Raedle | Getty Images
Mientras los agentes del FBI buscan en un basurero de Georgia el cuerpo del niño Quinton Simon, de 20 meses, su madre y su abuela fueron captadas emborrachándose con tequila en Sting Ray’s, un bar de playa.
Señalada como la principal sospechosa de la muerte del pequeño, Leilani Howell y su madre Billie Jo Howell abandonaron la casa donde desapareció el infante en Savannah y se mudaron a 35 millas, al motel Sandcastle Inn ubicado en Tybee Island. Sin embargo, lejos de estar descansando, pasaron varias horas embriagándose.
De acuerdo con información dada a conocer por el periódico DailyMail, ambas mujeres estaban con un grupo numeroso de personas e ingirieron tragos de tequila Patrón, pero constantemente molestaron al mesero que las atendía pidiéndole que bebiera con ellas.
“Estuvieron aquí desde las 5 de la tarde hasta las 8 de la noche. Uno pensaría que estarían calladas, pero no. Eventualmente, alguien trató de hacer que se fueran, pues estaban realmente incómodos de que estuvieran allí”, indicó un empleado del bar quien además asegura haber cerrado su cuenta en cerca de $300 dólares.
Mientras tanto, la policía ya se ha puesto en contacto con el bar para solicitar las imágenes grabadas por una cámara de vigilancia.
Sin embargo, el Departamento de Policía del condado de Chatham se ha negado a ofrecer los detalles de por qué creen que Leilani mató al niño, y mucho menos por qué aún no la han arrestado.
“Todavía tenemos una investigación por hacer, y no vamos a hacer nada de manera preventiva que pueda dañar el enjuiciamiento futuro”, señaló el oficial en jefe, Jeff Hadley.
Días antes de la desaparición de Quinton, Leilani Howell ya había perdido la custodia de él y de su hermano, así que el estado le había ordenado comenzar a pagar $150 dólares mensuales por concepto de manutención de ambos niños, pero si uno de ellos moría, esa cuenta se reduciría en $50 dólares y quizá de ahí derivan las sospechas de la policía de que la mujer de 26 años pudo haber asesinado al menor.
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