Funcionarios en Qatar agreden a periodistas y pisotean bandera de estado brasileño al confundirla con símbolo LGBT
La homosexualidad es ilegal en Qatar y distintas organizaciones han acusado que las personas LGBTQ+ han sido detenidas o maltratadas por las autoridades, como en este caso sucedió con dos periodistas brasileños
Como se anunció desde la asignación de Qatar como sede del Mundial, la homosexualidad no está permitida en ese país, así como las muestras de afecto y símbolos que pertenezcan al colectivo LGTB, sin embargo, la radicalidad de las autoridades ya tuvo su primera gran polémica.
Por error, dos periodistas de Brasil fueron agredidos en Doha. Uno de ellos, Víctor Pereira, quien denunció que agentes de seguridad y con credencial de la FIFA los increparon al verlos sacarse una foto con la bandera del estado de Pernambuco.
La confusión radicó en que la bandera, de color azul y color blanco es acompañada con el arcoiris (verde, amarillo, rojo), que, según el estado, representa la unión de todos los pernambucanos, algo que los oficiales ignoraban.
Inicialmente, los oficiales le prohibieron lucir el estandarte por relacionarlo con el arcoíris como el del orgullo gay.
Pereira reveló además que las autoridades lo obligaron a borrar un video que tenía en su teléfono sobre el accionar policial. “Mostré mis credenciales de periodista y dije que no lo borraría. El Policía entonces respondió: ‘más vale que lo borres’. En este punto, ya había muchos guardias de seguridad rodeándonos y temí mucho por nuestra seguridad”, explicó.
Luego del mal momento vivido, pidió que “que se identifique y sancione a las personas involucradas”, ya que “había cámaras de seguridad cerca de donde ocurrió el evento”.
“Quiero que la FIFA y las organizaciones involucradas en la Copa pidan disculpas al pueblo de Pernambuco, al pueblo brasileño, a mí y, sobre todo, a la comunidad LGBTI, porque, en realidad, la agresión iba dirigida a ellos”, repudió.
Desde que el país fue seleccionado como anfitrión en 2010, Qatar se ha visto envuelto en una gran controversia, desde la preocupación internacional por las condiciones inhumanas de los trabajadores inmigrantes, que supuestamente han provocado miles de muertes, hasta las preguntas sobre la seguridad de los visitantes LGBTQ en un país donde la homosexualidad puede ser castigada con la muerte.
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