En lo que yo creo
Para mí, las preguntas fundamentales de la filosofía son las que todos se deben hacer: ¿Qué es justicia? ¿Qué es lo que está bien y qué es lo que está mal?
Los votantes me reeligieron en noviembre y a principios de diciembre empecé mi último mandato de dos años como asambleísta.
El día que los asambleístas prestaron juramento, yo también comencé mi última sesión como presidente de la asamblea y esta columna es una adaptación del discurso que di ese día.
Recuerdo la primera vez que estaba sentado en la asamblea y me pregunté: ¿Cómo llegué aquí? y ¿Que hago ahora?
He estudiado filosofía más tiempo del que he estado en la asamblea, y las preguntas más básicas siempre han sido las que me interesan más.
Para mí, las preguntas fundamentales de la filosofía son las que todos se deben hacer: ¿Qué es justicia? ¿Qué es lo que está bien y qué es lo que está mal?
Suena simple, pero son preguntas difíciles de contestar. Sin embargo, cada político se debe hacer estas preguntas todos los días.
Si no estás haciendo esto, no estás haciendo tu trabajo.
Los mejores legisladores que he conocido en mis 10 años en Sacramento son aquellos que se cuestionan y realizan su trabajo en base a las respuestas que reciben.
Ellos siguen sus principios, y no lo que parece conveniente.
Nuestro deber es presentar medidas de ley y tratar de que estas sean aprobadas, pero las personas en el Capitolio de California no se deben de enamorar de sus propuestas. Ellos deben estar enamorados de sus principios éticos, ante todo.
Eso quiere decir, no abandonar en lo que crees solo para ser elegido. Yo he tratado de hacer esto, y el electorado de mi distrito ha respetado mi método.
Pero siendo sincero, algunas veces me he frustrado por el sistema y como me gustaría desmantelarlo. Sé que eso suena extraño viniendo de alguien que forma parte del sistema.
He tratado de actuar bajo esos principios. He trabajado y continuaré trabajando para que cada individuo en la legislatura tome sus propias decisiones éticas. Creo que un buen líder no tiene que desestimar a nadie.
Yo no considero que eso sea buen liderazgo.
Liderazgo no significa dejar un legado. No creo que exista tal cosa.
Sin embargo, sí quiero pasar los dos próximos años en Sacramento como he pasado los últimos 10.
Continuaré luchando por la justicia, rechazaré lo que sea malo y aceptaré todo lo que sea bueno.
(*) Anthony Rendón es el Presidente de Asamblea de California y representa al distrito 62 en el condado de Los Ángeles.