Covid: una vacuna bebible y sin aguja está cada vez más cerca
Científicos aseguran que es un desafío que el antídoto atraviese el tracto digestivo y actualmente buscan financiamiento para comercializarla
El proyecto incluye vacunas nasales o inhaladas, así como vacunas orales de "buche y deglución". Crédito: Sabrina Bracher | Shutterstock
Con los avances que diariamente nos ofrece la tecnología, pronto tendremos disponible una vacuna que podemos beber en vez de inyectarnos.
Esto será posible a medida que los investigadores amplíen su enfoque en las vacunas mucosas, que incluyen vacunas nasales o inhaladas, así como vacunas orales de “buche y deglución”.
Ejemplo de ellas es QYNDR, que completó su ensayo clínico de fase 1 y está actualmente está esperando más fondos para realizar ensayos más detallados y avanzados que realmente podrían llevar la vacuna al mercado.
Kyle Flanigan, fundador del fabricante de QYNDR, US Specialty Formulations dice que la vacuna QYNDR se llama “más amable” porque es una forma más suave de administrar una vacuna.
La vacuna bebible necesita financiación
Recientemente los prometedores resultados de los ensayos clínicos de Nueva Zelanda ofrecen la esperanza de que QYNDR sea una opción viable para la protección contra la serie de variantes de COVID-19 que circulan.
“Es realmente un desafío que una vacuna sobreviva y pase por el sistema digestivo”, dijo Flanigan. “Pudimos descubrir cómo hacer que una vacuna pase del estómago al intestino y hacer que sea eficaz e induzca la respuesta adecuada“.
Pero para avanzar a los ensayos clínicos adicionales necesarios para llevarlo a revisión y comercializar, necesitan financiación de los inversores.
Aunque las cifras de contagios y muertes han descendido, el COVID-19 todavía está aquí y es mortal. Según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU., actualmente se registran aproximadamente 400 muertes por día en comparación con el pico en enero de 2021, cuando miles morían por día.
Las vacunas mucosas evitarán infecciones
Los científicos esperan que las vacunas mucosas no solo protejan contra enfermedades graves y la muerte, sino que también eviten las infecciones. Estas ingresarán al sistema a través de nuestras membranas mucosas.
Es decir, ingresarán ya sea en la mucosa que recubre nuestra nariz (como en la muy discutida vacuna nasal COVID-19 ) en nuestro intestino (como en una vacuna suspendida por vía oral, como QYNDR ) o en el revestimiento de nuestro tracto respiratorio, como la vacuna de refuerzo inhalable de China de CanSino Biologics que fue autorizada en China en septiembre.
Debido a los diferentes tipos de inmunidad que producen, y al hecho de que comienza justo donde el virus ingresa a nuestro cuerpo, las vacunas mucosas han sido respaldadas como opciones viables, o incluso favorables, para combatir las infecciones por COVID-19.
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