McDonald’s podría estar invirtiendo millones de dólares para no ceder a un aumento salarial
La cadena de comida rápida ha invertido cuantiosas sumas de dinero junto otros dueños de franquicias y restaurantes para revocar la Ley FAST, la cual busca incrementar el salario de los empleados a 22 dólares
Con la iniciativa denominada “Save Local Restaurants” un grupo de compañías como McDonald’s, Starbucks, Chipotle, In-N-Out Burger, Chick-fil-A, entre otros; presentó más de 712,000 firmas para revocar una ley que pretendía aumentar los salarios y condiciones a los empleados de las cadenas de comida rápida.
Ahora, la histórica ley 257 de California se mantiene en suspenso para presentarse a un referéndum en noviembre del 2024, sin embargo ya muchos propietarios de franquicias, restaurantes pequeños y grandes se han opuesto a la legislación gastando millonarias sumas de dinero.
Se calcula que más de 1 millón de dólares invirtieron los dueños de estas empresas para que el salario no se aumente a $22 la hora. De acuerdo con la secretaría de Estado, las firmas presentadas por los detractores de la ley fueron consideradas valídas, así lo afirmó esta semana Shirley Weber, Secretaria del Estado de California.
El aumento del salario traerá despidos
La ley FAST o ley de comida rápida estaba prevista entrará en vigencia a partir del 1 de enero, luego de que el gobernador Gavin Newsom la aprobara el año pasado, de ser aplicada esta podría convertirse en un referente importante para la industria de la comida rápida, no sólo en California sino en todo el país.
No obstante, quienes se oponen a la disposición, afirman que es una medida muy radical que traería consecuencias negativas para ese sector de la economía. Uno de los argumentos que sostienen es que al aumentar los salarios, tendrían que elevar los costos de los servicios, no habrá ventas y se verán obligados a despedir a muchos de sus empleados.
De acuerdo con el Sindicato Internacional de Empleados de Servicios, sólo en el estado de California hay más de 500 mil trabajadores, de esa cifra el 80% son personas de color y el 65% son mujeres.
Por su parte, Joe Erlinger el presidente de McDonald’s en EE.UU. criticó que la ley está aupada por sindicatos sin experiencia política y sin ser propietarios que están tomando decisiones claves que pueden afectar a las empresas.
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