Estiramiento matutino: por qué se siente tan bien hacerlo

Se cree que el cerebro activa una cascada de reacciones que preparan al cuerpo para la acción, incluida la redirección del flujo de sangre a los músculos

Estiramiento matutino: por qué se siente tan bien hacerlo

Es posible volverse tan sedentario que tu cuerpo no reciba las señales para hacer este tipo de estiramiento. Crédito: Gorodenkoff | Shutterstock

Nuestro cuerpo tiene su propia forma despertarse en las mañanas si lo empujamos suavemente para que se mueva, sin necesidad de molestas alarmas.

Este proceso se llama pandiculación y se trata de ese gran estiramiento de bostezo que se siente tan bien a primera hora de la mañana.

“Es una respuesta instintiva que ocurre automáticamente”, dice la fisióloga del ejercicio Sharon Gam.

Según explica Gam, la teoría es que la pandiculación es la forma en que el cuerpo pasa de un estado de reposo a un estado activo aumentando la excitación del sistema nervioso y enfocando la atención.

Se cree que el cerebro activa una cascada de reacciones que preparan al cuerpo para la acción, incluida la redirección del flujo de sangre a los músculos, el aumento de la frecuencia cardíaca y la respiración, y el cambio de atención hacia el mundo exterior”, dice.

La pandiculación también parece funcionar como un reinicio para una buena postura. Activa el sistema miofascial que conecta todos los músculos del cuerpo.

“Se liberan neurotransmisores como la dopamina y la serotonina, lo que hace que el estiramiento se sienta bien como una forma de reforzar la acción”, indica Gam.

Es posible motivar la pandiculación (estiramiento)

Aunque la pandiculación es una respuesta involuntaria, es posible volverse tan sedentario que tu cuerpo no reciba las señales para hacer este tipo de estiramiento tan bien como lo harías si fueras más activo.

“El instinto de pandicular es probablemente la forma en que nuestro cuerpo nos empuja a movernos después de haber estado quietos durante demasiado tiempo para proteger nuestra salud”, asegura la doctora Gam.

La especialista indica que cuanto más nos quedamos quietos, más tensión se acumula. “Creo que tiene sentido que eventualmente nuestros cuerpos se vuelvan insensibles al aumento de la tensión y esos otros cambios fisiológicos, y la respuesta de pandiculación disminuya”, dijo en entrevista para Well And Good.

Gam recomienda que cuando recibamos la señal de bostezar y estirarse, no la ignoremos. “Ser consciente e intencional sobre el movimiento y prestar atención a cómo se siente tu cuerpo es una habilidad importante”.

Este tipo de estiramiento no solo ocurre a primera hora de despertarse, y la Dra. Gam dice que es importante no reprimir la sensación, lo cual, admite, puede ser incómodo en algunos entornos sociales.

Por esto recomienda continuar con la pandulación tan a menudo como sea posible, y es posible que “con una buena conexión de mente a cuerpo, sea más probable que sientas la necesidad de pandular”.

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