¡Alto al precipicio del hambre!

Siento frustración y preocupación por que CalFresh ha reducido la ayuda de emergencia otorgada por el Congreso durante la pandemia de Covid-19

Dra. Gloria Monsalve

Dra. Gloria Monsalve Crédito: Cortesía

Como médico en el área de Pacoima del Valle de San Fernando, la mayoría de mis pacientes están bajo una “alerta de hambre”, una clasificación utilizada para determinar los riesgos nutricionales a los que están expuestos y para conectarlos con recursos que pueden ayudarlos.

El hambre y la mala nutrición me preocupan por sus efectos en la salud, y como voluntaria de la American Heart Association, especialmente la salud cardiovascular, la causa número uno de muerte en el país. Gracias a muchos de los programas de asistencia nutricional, especialmente CalFresh, he visto como mis pacientes han podido mejorar sus niveles de azúcar, su presión arterial y su salud en general. 

Este mes, sin embargo, siento frustración y preocupación por que CalFresh ha reducido la ayuda de emergencia otorgada por el Congreso durante la pandemia de Covid-19. Mis pacientes van a ver reducido su presupuesto para hacer una compra saludable, y temo el grave impacto que tendrá en su salud. Ya estoy viendo pacientes cada vez más jóvenes con afecciones crónicas prevenibles, y tengo miedo de que esta tendencia empeore.

Se estima que un millón y medio de residentes en el condado de Los Ángeles se verán afectados por los recortes. De la noche a la mañana, 950,000 hogares en nuestros vecindarios, donde viven familias de bajos ingresos, personas mayores y personas discapacitadas, verán limitada su capacidad de comprar alimentos. Es una cifra enorme y anónima, pero puedo ver las caras de mis pacientes entre estos números. 

Para la familia promedio, la pérdida será de $82 al mes. En hogares con personas discapacitadas o personas mayores, la pérdida podría ser tan extrema como $258 por mes. En inglés están llamando a esta situación el “precipicio del hambre”, porque muchas personas, de un momento a otro, verán su capacidad de alimentarse seriamente comprometida, será como caer al vacío.

Lo que comemos y bebemos a lo largo de nuestras vidas tiene un gran impacto en la salud de nuestro corazón y cerebro.  Nuestro cuerpo necesita una buena nutrición para estar sano.  El hecho de que muchos productos poco saludables sean más baratos y de fácil acceso que los saludables explica en parte las epidemias que ya tenemos, como la diabetes Tipo 2, la hipertensión y la obesidad.

Todos sabemos que los precios de los alimentos se están disparando y que nuestro poder adquisitivo ha disminuido. Me preocupa que las familias tengan que decidir entre comer o tener un techo sobre sus cabezas, entre comida chatarra que es más barata o frutas y verduras frescas más caras.   Recientemente, un padre me hizo saber que es más barato comprar 3 litros de refresco que 1 litro de agua. A la larga, sin embargo, esos 3 litros de refresco son más caros, tanto para la familia como para la sociedad, debido a los estragos que pueden crear en nuestro cuerpo, y las necesidades médicas a largo plazo.  No darse cuenta de los costos personales y económicos para todos nosotros es de ciegos.

Es lo contrario, una visión de salud duradera en nuestras comunidades, lo que la American Heart Association y yo esperamos que la Junta de Supervisores del Condado de Los Ángeles apoye. Es esencial que continúen y aumenten la inversión local en programas de incentivos de alimentos saludables como Market Match y proporcionen dólares adicionales para gastar en frutas y verduras en los mercados de agricultores y tiendas de abarrotes. LA County Food Equity Roundtable, una colaboración de entidades públicas, privadas y sin ánimo de lucro recomiendan este programa como estrategia para acabar con la inseguridad alimentaria.

Reconociendo que la inversión del Condado por sí sola no puede satisfacer las necesidades de toda la población de LA que sufre inseguridad alimentaria, la American Heart Association también apoya el Proyecto de Ley AB 605 del asambleísta Joaquín Arámbula, para ampliar y hacer permanente el Programa Suplementario de Frutas y Verduras de California.

Lograr la equidad en la seguridad nutricional requiere esfuerzos coordinados y sostenidos a nivel federal, estatal y local. Es por eso que la American Heart Association está trabajando con otros activistas como Hunger Action Los Angeles, Los Angeles Food Policy Council, Sustainable Economic Enterprises of Los Angeles, el Urban & Environmental Policy Institute en Occidental College, además de legisladores, para promover políticas y programas que promuevan el acceso a alimentos nutritivos.

Se deben apoyar y aumentar todo aquello que dé acceso, asequibilidad y consumo constante y equitativo a alimentos que promueven la salud.  De lo contrario, nuestras comunidades pagarán caro con más sufrimiento, problemas médicos e incluso muertes prematuras.  Pongámonos en acción rápidamente y creemos una red de seguridad para reducir el impacto de la caída al precipicio.


La Dra. Gloria Monsalve
es voluntaria de la American Heart Association

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