La crianza “hostil” puede causar graves problemas de salud mental a los hijos

Un nuevo estudio publicado en la revista médica Epidemiology and Psychiatric Sciences, afirma que los estilos de crianza que incluyen disciplina física o comportamiento de control excesivo casi duplican el riesgo de que sus hijos desarrollen síntomas de salud mental.

Los investigadores de la Universidad de Cambridge y el University College Dublin descubrieron que los niños expuestos a “crianza hostil” a los tres años tenían 1,5 veces más probabilidades que sus compañeros.

De hecho, la investigación siguió a más de 7,500 niños en Irlanda desde los nueve meses hasta los nueve años, edad en la que se manifiestan los síntomas de salud mental calificados como de “alto riesgo” a los nueve años.

“Nuestros hallazgos sugieren que la crianza hostil debe evitarse tanto como sea posible en la primera infancia si queremos evitar que los niños desarrollen un aumento de los síntomas de salud mental“, dijo el autor principal, el Dr. Ioannis Katsantonis, investigador de doctorado en la Universidad de Cambridge.

Padres muy estresados afectan la salud mental de sus hijos

Según explica, descubrieron que los niños en la clase de alto riesgo tenían padres con mayor estrés y una mayor probabilidad de problemas de salud física y mental continuos.

“Estos padres podrían necesitar apoyo y recursos adicionales para abordar sus propias necesidades y mejorar sus habilidades de crianza”, agregó el Dr. Katsantonis.

Además, los investigadores destacaron que esa paternidad hostil implica un trato severo y disciplina frecuente y puede ser físico o psicológico.

También se incluye gritarles a los niños con regularidad, castigos físicos de rutina, aislar a los niños cuando se portan mal, dañar su autoestima o castigar a los niños de manera impredecible según el estado de ánimo de los padres.

La reseña del sitio NDTV dice que los investigadores también utilizaron una segunda evaluación estándar para medir el estilo de crianza que experimentaron los niños a los tres años.

De esa forma se perfiló a los padres en función de su inclinación hacia cada uno de los tres estilos: crianza cálida (de apoyo y atento a las necesidades de sus hijos); consistente (establecer expectativas y reglas claras); y hostil.

También se descubrió, en cambio, que la paternidad consistente es levemente protectora en los niños con menor riesgo de desarrollar síntomas de salud mental. “La paternidad consistente puede ayudar porque brinda a los niños una sensación de previsibilidad y seguridad, que puede actuar como un amortiguador contra el empeoramiento de la salud mental”, dijo el Dr. Katsantonis.

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