Llaman a autoridades de Los Ángeles a proteger a inquilinos con deudas atrasadas por la renta
Piden también al Concejo de LA que intervenga; la fecha límite para repagar la deuda vence el 1 de agosto
Julia Orozco lleva 9 meses que no puede pagar la renta debido a que la compañía de pintura para la que trabajaba su esposo cerró durante la pandemia.
“Le pedimos a las autoridades de Los Ángeles que bajen las rentas porque lo que ganamos no nos alcanza”, dice Julia, casada y madre de una menor de 5 años que renta un estudio en el barrio de Echo Park en Los Ángeles.
Ella y un grupo de inquilinos y sus defensores protestaron afuera de la Corte Stanley Mosk para urgir a la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass y al Concejo de Los Ángeles que apoyen a los inquilinos que están batallando para pagar la deuda acumulada durante la pandemia de covid-19.
Sin la intervención de estos funcionarios electos, miles de angelinos podrían enfrentar el desalojo y el desamparo ya que el 1 de agosto es la fecha límite para pagar la deuda por la renta.
“Pagamos $1,046 al mes por la renta de un estudio que tiene cucarachas, ratones, chinches y lama en las ventanas. No podemos pagarle al dueño, la deuda de $9,000 en un solo pago. Necesitamos ayuda”, dice Julia.
La Ciudad de Los Ángeles ha recomendado destinar $20 millones de los fondos de la Medida ULA para establecer un programa de asistencia para la renta a los inquilinos no han podido ponerse al corriente con el pago del alquiler.
Sin embargo, el Departamento de Vivienda de Los Ángeles (LAHD), encargadaode implementar el programa, no tiene planes de hacerlo hasta noviembre.
La Coalición Keep LA Housed (KLAH), en español la Coalición Mantengamos a Los Ángeles en Casa está pidiendo que estos fondos estén disponibles tan pronto como sea posible, y que el Concejo considere protecciones temporales contra el desalojo por no pago de la renta.
María Escobar no duerme de la preocupación porque debe $5,500 a su casero en el este de Los Ángeles.
“Me dedico a limpiar casas, pero covid me ha pegado dos veces. La última vez, en diciembre, estuve dos meses sin poder trabajar, y eso me ha afectado mucho; al grado que ya no he podido pagar la renta desde junio de 2022. Debo también luz y otros servicios”, dice María, una inmigrante guatemalteca de 69 años.
“Llevo casi 24 años viviendo en una unidad entre las calles César Chávez y Chicago en Los Ángeles. Yo soy sola. Tengo mucho miedo de que me desalojen y terminar en la calle”, dice.
En febrero, la Ciudad de Los Ángeles aprobó un paquete de protecciones para los inquilinos, que incluyó un nuevo programa de repago para quienes tienen deuda acumulada debido a problemas financieros a causa de covid-19.
Los inquilinos elegibles que deben renta de entre el 1 de marzo de 2020 y el 1 de septiembre de 2021, tienen hasta el 1 de agosto para pagar.
Sin embargo, muchos inquilinos no se han podido recuperar de los impactos de covid.
Encima de eso, la inflación y el alto costo de vida en Los Ángeles ha hecho casi imposible para muchos angelinos mantenerse bajo techo.
De acuerdo a la Coalición KLAH, el Departamento de Vivienda ha dejado en claro que el programa prometido de asistencia para la renta no estará listo para la fecha límite del repago del 1 de agosto, lo que va a dejar a los inquilinos que no pueden pagar, en riesgo de desalojo y desamparo si no les proveen apoyo alternativo.
Mateo Gil, organizador de SAJE, Strategic Actions for a Just Economy dijo que la deuda atrasada de los inquilinos en la ciudad de Los Ángeles era por $152,081,670 hasta julio de 2023.
“En los primeros seis meses del año se han presentado 23,030 notificaciones digitales de desalojo en la ciudad de Los Ángeles. En nuestra clínica en SAJE, atendemos de entre 5 a 10 avisos de desalojo cada semana”.
Gil dijo que esperan tener una respuesta positiva de la alcaldesa Bass antes del 1 de agosto, sobre todo porque ella declaró estado de emergencia en la ciudad por el desamparo.
“Los inquilinos con rentas atrasadas están en una situación muy desafiante, viviendo entre la posibilidad del desalojo y que los propietarios no les quieren hacer reparaciones”, dijo.
Y agregó que debido a que las rentas están muy caras en Los Ángeles y los salarios no suben, están haciendo todo lo posible porque los inquilinos se queden donde están viviendo, porque va a ser muy difícil que encuentren un lugar de renta accesible.