¿Deben los bebés usar repelente de insectos?

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Las estrategias más seguras y eficaces para proteger a los bebés de los mosquitos y las garrapatas

By Catherine Roberts

Al igual que los adultos y los niños, los bebés también necesitan protección contra las picaduras de mosquitos y garrapatas. Pero la piel sensible de un bebé significa que elegir un repelente de insectos adecuado requiere un poco de atención adicional.

Los repelentes que contienen deet, por ejemplo, suelen ser muy eficaces (y se encuentran en muchos de los productos recomendados en las calificaciones de repelentes de insectos de CR), pero para usarlos en niños pequeños hay que tomar algunas precauciones adicionales.

“Queremos evitar que los bebés, los niños y otras personas contraigan enfermedades transmitidas por insectos potencialmente mortales o que alteren la vida, pero también existe preocupación por la posible toxicidad por aplicar esta sustancia química”, reconoce Sophie J. Balk, pediatra tratante en el Hospital Infantil de Montefiore y profesora de pediatría en la Facultad de Medicina Albert Einstein, ambos en la ciudad de Nueva York.

Y otros ingredientes activos, incluidos algunos que pueden parecer menos dañinos, como el aceite de eucalipto limón (OLE, por sus siglas en inglés) y varios aceites esenciales, no son mejores opciones. Aún así, existen muchos repelentes seguros y eficaces que puedes usar con los bebés, así como otras estrategias para ayudar a protegerlos de las picaduras de insectos.

Esto es lo que debes considerar al elegir un repelente de insectos para tu bebé.

¿Cuándo tiene un bebé edad suficiente para usar repelente de insectos?

La Agencia de Protección Ambiental, que revisa los datos de seguridad y eficacia de la mayoría de los repelentes de insectos, no impone restricciones oficiales de edad a ninguno de los repelentes que supervisa, con una excepción: OLE (aceite de eucalipto limón).

Si bien las pruebas de CR han encontrado que ciertos productos con ese ingrediente son una buena opción para adultos, algunos tienen advertencias en sus etiquetas que dicen que no deben usarse en niños menores de 3 años. Esto se debe a que la seguridad de OLE no se ha estudiado bien en ese grupo de edad. Tanto los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades como la Academia Estadounidense de Pediatría también dicen que los repelentes que contienen OLE no deben usarse en niños menores de 3 años, lo que significa que no deben usarse en bebés.

Si bien no existen restricciones de edad oficiales para otros repelentes registrados por la EPA (Agencia de Protección Ambiental por sus siglas en inglés), es posible que los padres quieran tener cuidado con los bebés más pequeños. “Los padres de recién nacidos y bebés prematuros deben tener especial cuidado al decidir si aplicar deet u otros productos químicos en la piel de sus hijos”, dice Balk. “Si es posible, podrías considerar posponer un viaje o una caminata a una zona peligrosa hasta que el niño sea mayor”, añade.

¿Qué pasa con los repelentes naturales o caseros?

Podrías pensar que usar un repelente de insectos “natural” o elaborado con aceites esenciales es más seguro que uno elaborado con un químico sintético. Pero los repelentes elaborados con aceites esenciales han sido generalmente menos confiables que los repelentes registrados por la EPA en las pruebas CR. CR no recomienda ninguno porque no ofrece una protección duradera, según nuestras pruebas.

Y además pueden causar problemas, comenta Sheilagh Maguiness, doctora y presidenta de la Sociedad de Dermatología Pediátrica, porque desencadenarían reacciones alérgicas e incluso reacciones fototóxicas, que es cuando una sustancia reacciona con la luz ultravioleta y causa una erupción o una afección similar a una bronceado. “Los ingredientes botánicos cítricos pueden causar sarpullido con picazón y manchas oscuras que pueden tardar en desaparecer cuando se aplican productos que los contienen sobre la piel y luego se expone a la luz solar”, comenta.  

Entonces, ¿qué repelente de insectos deberías elegir para tu bebé?

Hay tres factores clave a tener en cuenta.

1) Elige un repelente seguro y eficaz que esté registrado por la EPA y que no contenga OLE. En su mayoría serán productos elaborados con deet o picaridina. Ambos ingredientes han sido utilizados de forma segura durante décadas por millones de personas y el deet, en particular, ha sido estudiado exhaustivamente. En 2017, la Agencia para el Registro de Sustancias Tóxicas y Enfermedades, una agencia federal de salud pública, concluyó que, dado el uso generalizado de deet y la pequeña cantidad de problemas graves reportados, los riesgos probablemente sean bastante bajos. De manera similar, los estudios de miles de llamadas a los Centros de Toxicología sobre la exposición a productos que contienen deet y picaridina (a menudo accidental) muestran que, en el caso del deet, los niños y los bebés tenían en realidad menos probabilidades de experimentar efectos graves que los adultos, y en el caso de la picaridina, ninguno de los efectos reportados tras la exposición causó un efecto severo.

2) Elige la concentración efectiva más baja. La Academia Estadounidense de Pediatría recomienda el uso de concentraciones relativamente bajas de deet en los bebés. Balk recomienda concentraciones no superiores al 30% para cualquier bebé o niño (la concentración más alta que encontrarás en las calificaciones de CR) y usar concentraciones todavía más bajas durante períodos de tiempo más cortos al aire libre (una o dos horas en lugar de un día entero, por ejemplo). El mismo principio general se aplica también a otros ingredientes repelentes de insectos, como la picaridina.

“Esto se debe en gran parte a que la piel de un bebé difiere de la de un adulto en aspectos clave”, dice Maguiness. “La piel de los bebés es en realidad un poco más fina que la de los adultos”, afirma. “Eso por sí solo lo hace más propensa a la absorción”. Además, la relación entre la piel y el peso de un bebé es mucho mayor que la de un adulto. Lo que quiere decir que la concentración de una sustancia química después de ser absorbida a través de la piel de un bebé podría ser mucho mayor que la de un adulto.

3)Evita los aerosoles. “Estos repelentes, que generalmente vienen en latas de metal presurizadas, pueden inhalarse o terminar en los ojos del bebé”, comparte Maguiness. En su lugar, debes buscar aerosoles, lociones o toallitas con bomba sin presión. Y recuerda que, al igual que con los medicamentos, los productos de limpieza y similares, los repelentes de insectos siempre deben guardarse de forma segura, fuera del alcance de los bebés, los niños y las mascotas.

Aquí hay algunos repelentes sin aerosol ni OLE que brindaron al menos 3 horas de protección contra los mosquitos en nuestras pruebas (enumerados en orden alfabético).

¿Cómo aplicar repelentes a los bebés de forma segura?

Ten en cuenta estos consejos:

  • Nunca rocíes repelente directamente sobre la piel de un bebé. Balk recomienda que, para evitar la inhalación, primero se aplique el repelente en las manos y luego se frote sobre la piel del niño.
  • Usa aerosoles en el exterior para evitar cualquier inhalación.
  • Aplica el repelente solo en la piel expuesta del bebé o en la capa exterior de ropa. No lo pongas debajo de la ropa porque puede causar irritación en la piel.
  • Utiliza tan solo el repelente suficiente para cubrir la piel con una fina película. Aplicar capas de repelente no lo hace más efectivo.
  • Nunca lo apliques en las manos de un bebé. Podrían ingerirlo accidentalmente o que les entre en los ojos.
  • Cuando los bebés regresen al interior, lava el repelente de la piel y pon la ropa donde lo aplicaste en la lavadora. 

¿Qué más puedes hacer para proteger a los bebés de las picaduras de insectos?

Puedes minimizar la necesidad de usar repelente combinándolo con otras estrategias. Esto incluye no pasar mucho tiempo en áreas con alta incidencia de insectos. Otras opciones para prevenir las picaduras son: 

  • Vestir a tu bebé con ropa ligera, de mangas largas y zapatos cerrados, y meterle los pantalones dentro de los calcetines.
  • Usa mosquiteras sobre portabebés o cochecitos.
  • Evita vestir a tu bebé con colores brillantes o estampados florales, o usar jabones olorosos o perfumes, ya que pueden atraer a los insectos.
  • Coloca un ventilador cerca de ti cuando pases tiempo al aire libre para ayudar a protegerte de los mosquitos.
  • Y si pasas tiempo al aire libre con tu bebé en un área donde puede haber estado expuesto a las garrapatas, revisa a tu hijo para detectar posibles insectos al final del día.

¿Por qué es importante proteger a los bebés de las picaduras de insectos?

Al igual que los adultos, los bebés pueden contraer enfermedades peligrosas a causa de mosquitos y garrapatas. Los más comunes en los EE. UU. son, entre los mosquitos, el virus del Nilo Occidental y, entre las garrapatas, la enfermedad de Lyme. “No obstante hay otras enfermedades que, aunque raras, plantean riesgos particulares para los bebés y los niños”, dice Erin Staples, doctora y epidemióloga médica de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.

El virus de La Crosse, por ejemplo, es una enfermedad transmitida por mosquitos que se reporta ocasionalmente en las regiones del medio oeste superior, el sureste y el Atlántico medio de los EE. UU. Los casos graves ocurren con mayor frecuencia en niños menores de 16 años y, en menos del 1% de los casos, la enfermedad puede ser mortal. Cada año se reportan desde unas pocas docenas hasta más de 100 casos confirmados en los EE. UU., aunque los CDC (Centros de Control y Prevención de Enfermedades por sus siglas en inglés) señalan que es probable que muchos más casos no se diagnostiquen ni se notifiquen.

El virus de la encefalitis equina del este (EEE) se reporta incluso con menos frecuencia que el virus de La Crosse, pero Staples declara que aún debería estar en el radar de los padres. “Afortunadamente es poco común, pero es una de las enfermedades transmitidas por mosquitos más mortales aquí en el país”, comenta. “Los niños pequeños y los adultos mayores parecen verse especialmente afectados”, agrega. Ocurre principalmente en los estados de la Costa Atlántica y del Golfo. El EEE mata a alrededor del 30% de las personas que lo contraen, y los que sobreviven suelen vivir con problemas neurológicos permanentes. Hay un promedio de 11 casos reportados en los EE. UU. cada año.

Debes estar atento a las alertas locales de tu departamento de salud. Si se reporta una enfermedad transmitida por mosquitos como La Crosse o EEE en tu zona, eso significa que es hora de tomar medidas para prevenir picaduras de mosquitos en tu bebé (y en ti).

Cuando se trata de garrapatas, Staples reconoce que el virus Powassan es de particular preocupación para los niños pequeños. El virus Powassan, que ocurre con mayor frecuencia en la región noreste y de los Grandes Lagos y se transmite a los humanos principalmente a través de garrapatas de patas negras, también puede ser letal. E incluso si los bebés no pasan tiempo al aire libre en áreas infestadas de garrapatas, asegura que se han producido casos en los que un padre o madre o incluso una mascota puede haber traído una garrapata que luego se transfirió a un bebé.

“Es muy importante recordar a los padres que realicen controles de garrapatas tan pronto como lleguen y que también revisen a sus mascotas”, agrega Staples.

Y aunque los niños menores de 5 años son los que tienen menos probabilidades de contraer la enfermedad de Lyme, los casos pueden ocurrir y ocurren en bebés muy pequeños, según un estudio de 2019 en la revista Pediatrics.

Por último, ten especial cuidado si viajas con tu bebé a una zona del mundo donde la malaria es endémica. La mayoría de las muertes por malaria ocurren en niños pequeños, declara Balk.

¿Cómo se deben tratar las picaduras de insectos en los bebés?

Para tratar la picadura de un insecto, Balk recomienda aplicar primero una toallita empapada en agua fría, lo que puede ayudar a calmar la picazón. “Tu pediatra puede recomendarte el uso de una crema con esteroides de hidrocortisona de venta libre que también disminuye el picor”, expresa. 

Un antihistamínico oral como Allegra o Zyrtec para niños también puede ser una buena opción, especialmente para los bebés que son hipersensibles a las picaduras de insectos, señala Maguines. Consulta con tu pediatra las dosis que puedes administrar en los más pequeños.

También sugiere probar un parche hidrocoloide en las picaduras de insectos. Estos vendajes adhesivos, que están diseñados para retener la humedad, promueven la curación y tienen el beneficio adicional de ayudar a prevenir el rascado.

Rascarse una picadura puede provocar una infección. Si una picadura muestra signos de infección, como enrojecimiento o hinchazón, costras amarillas o pus, consulta a tu pediatra.

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