Científicos descubren cómo reparar lesiones de la columna para revertir la parálisis

Un grupo de científicos hizo un gran avance en la reparación de lesiones de la médula espinal utilizando el propio proceso de curación del cuerpo. Determinaron que una clase específica de neuronas pueden ser claves para deshacer el daño

Científicos descubren cómo reparar lesiones de la columna para revertir la parálisis

Crédito: New Africa | Shutterstock

En investigaciones anteriores con ratones, los investigadores lograron que las neuronas se regeneraran en lesiones devastadoras. Sin embargo, estos esfuerzos no restauraron la capacidad de los ratones para caminar después de una afección en la médula espinal. 

Para el estudio hecho por integrantes de la Universidad de California en Los Ángeles, el Instituto Federal Suizo de Tecnología y la Universidad de Harvard, observaron una lesión específica llamada síndrome de Brown-Séquard, la cual ocasiona que la persona pierda la capacidad de sentir un lado del cuerpo. 

Dicha lesión conduce a la pérdida de la capacidad para caminar, una función motora que se puede recuperar si las neuronas logran establecer la comunicación entre el cerebro y los músculos.

Los científicos identificaron el tipo de neurona que necesitaban y las implantaron en ratones con lesiones de la médula espinal, para ver si se integraban lo suficiente como para restaurar la función motora. 

El resultado no fue el que esperaban, por ello expusieron las neuronas a señales químicas que les indicaban a dónde ir. De esta forma cerraron la brecha entre lograr que las células se regeneren y restaurar las capacidades motoras en los ratones.

Estos hallazgos pueden abrir la puerta a investigaciones con humanos y, aunque son mucho más complejos, representa un avance para la curación de lesiones en el sistema nervioso central.

La clave del experimento

Los científicos desarrollaron una terapia genética con múltiples fases, el primero de ellos fue activar un programa de crecimiento en las neuronas identificadas en ratones para regenerar sus fibras nerviosas.

Posteriormente, regularon al alza proteínas específicas para que el crecimiento de las neuronas a través del núcleo de la lesión fuera eficaz. La tercera fase incluía la administración de moléculas guía a los ratones para atraer las fibras nerviosas en regeneración a sus objetivos naturales debajo de la lesión.

“Nos inspiramos en la naturaleza cuando diseñamos una estrategia terapéutica que replica los mecanismos de reparación de la médula espinal que ocurren espontáneamente después de lesiones parciales”, indicó Jordan Squair, primer autor del estudio a Medical Express.

Los ratones con lesiones completas de la médula recuperaron la función motora con patrones parecidos a aquellos que tenían afecciones parciales en la médula espinal. Esta observación era desconocida en el ámbito de las terapias regenerativas, las cuales buscan restaurar la capacidad de caminar después de un neurotrauma.

Los autores del estudio indican que una solución completa para el tratamiento de la lesión de la médula requiere terapia génica para regenerar fibras nerviosas relevantes y la estimulación espinal para que se produzca el movimiento.

Anualmente aparecen 12.000 nuevos casos de estas afecciones en Estados Unidos, según el Centro Nacional de Estadística sobre Lesiones de la Médula Espinal. La cantidad corresponde a aproximadamente 40 casos por cada millón de personas. El último reporte de 2019 apunta a que alrededor de 250.000 personas en el país viven con esta afección.

Las lesiones de la médula espinal suelen ser resultado de accidentes, por lo que pueden ocurrirle a cualquiera. Los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) indican los siguientes riesgos que aumentan la posibilidad de padecer una:

1. Conducir o viajar en automóvil: puede reducir el riesgo usando el cinturón de seguridad en un 60%. Así mismo tener un airbag en funcionamiento las minimiza en un 80%

2. Operar maquinarias sin usar equipos de seguridad.

3. Uso inadecuado de una escalera: lo que podría resultar en una caída.

4. Consumir drogas o alcohol al conducir, operar maquinarias o hacer deportes.

5. Tener artritis, osteoporosis u otro trastorno de los huesos o las articulaciones.

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