La legisladora Mariannette Miller-Meeks denuncia amenazas de muerte por dejar de apoyar a Jim Jordan
La política californiana primero decidió respaldar a quien proyectaba sería una buena opción para ser designado presidente del Senado, pero en una segunda votación cambió de opinión sin imaginar que ello la pondría en riesgo
Retirarle su apoyo al representante Jim Jordan en la segunda votación mediante la cual pretendía convertirse en presidente del Senado, propició que Mariannette Miller-Meeks comenzara a recibir amenazas de muerte.
Mediante un comunicado publicado en la plataforma X, anteriormente conocida como Twitter, la republicana por Iowa denunció lo que definió como como un “aluvión de llamadas amenazantes”.
Los problemas para la política californiana de 68 años comenzaron a surgir después de ser una de los cuatro republicanos que optaron por dejar de respaldar al legislador por Ohio como lo había hecho durante la primera votación.
En el caso de Miller-Meeks, su voto esta vez fue para Kay Granger, congresista por Texas, pues consideró que su desempeño como presidenta del Comité de Asignaciones merecía su apoyo.
“Dadas las preocupaciones que tenía antes de cualquier votación y la capacidad del presidente designado para unificar la conferencia, voté a favor de la presidenta del Comité de Asignaciones, Kay Granger, para que se desempeñe como presidenta de la Cámara“, expresó.
A pesar de lo temerario que le resulta desconocer quién está detrás de las amenazas a través de las cuales se pone en riesgo su integridad, Mariannette anunció su negativa a retractarse de la posición asumida.
“Una cosa que no puedo soportar ni apoyar es un matón. No defendí a los matones antes de votar por la presidenta Granger y cuando voté por el presidente designado Jordan, y no me doblegaré ante los matones ahora“, enfatizó.
Mientras las autoridades se dan a la tarea de investigar al posible responsable de estar intimidándola y también a la familia de su colega Donald John Baco, senador de Nebraska, Miller-Meeks señaló estar convencida que su partido requiere de un presidente en el Senado con suficiente determinación para sacar adelante asignaciones en “apoyo a Israel y para frenar las políticas demenciales de la administración Biden”.
Lo controversial del asunto es que suman ya 16 los días sin que exista un líder en el Senado, esto después de que fuera removido del cargo Kevin McCarthy, el 3 de octubre tras nueve meses de gestión, un hecho sin precedente.
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