Republicanos mantienen en vilo a la Cámara sin un presidente tras fracaso de Jim Jordan y Patrick McHenry

Los republicanos no logran un acuerdo para aprobar a un nuevo presidente de la Cámara de Representantes, mientras el tiempo avanza y la agenda legislativa se acumula, además de que se acercan tiempos críticos sobre el presupuesto y ayuda militar que ha prometido EE.UU.

Jim Jordan todavía podría competir por la presidencia de la Cámara de Representantes.

Jim Jordan todavía podría competir por la presidencia de la Cámara de Representantes. Crédito: Joe Raedle | Getty Images

La división entre republicanos mantiene en vilo la Cámara de Representantes, donde no puede avanzar la agenda legislativa, ya que el actual presidente temporal, Patrick McHenry (Carolina del Norte), tiene poderes limitados para abrir, presidir y cerrar sesión para elegir a un líder oficial.

El republicano Jim Jordan (Ohio) no logra el consenso de sus colegas, muchos de los cuales afirman haber recibido amenazas si no votan por él.

Los demócratas han empujado la candidatura como presidente de la Cámara a su líder de bancada, Hakeem Jeffries (Nueva York), pero al tener minoría se quedan cortos en los votos sin republicanos que apoyen su plan.

Hubo una propuesta de Jordan para aprobar un mayor poder para McHenry, pero los republicanos quieren un presidente formal.

Ninguno de los actuales líderes del partido ha logrado consenso, incluso el líder de la bancada, Steve Scalise (Louisiana), quien compitió por la posición, pero no logró el consenso de sus colega.

Tampoco el llamado “látigo” republicano, Tom Emmer (Minnesota), ha tenido éxito en lograr la unidad partidista, menos la presidenta de la Conferencia Republicana, Elise Stefanik (Nueva York), quien tiene la tercera posición más importante en la bancada.

Jordan perdió dos votaciones para ser electo como presidente, pero todavía puede ser nominado.

Una agenda complicada

El problema que enfrenta la Cámara tiene impacto nacional, ya que el presidente Joe Biden pretende solicitar un nuevo paquete de ayuda humanitaria y militar, según adelantó en su viaje a Tel Aviv, para apoyar a Israel en su escalada contra el grupo terrorista Hamás.

La situación se complica, ya que el 17 de noviembre amenaza un cierre de gobierno si no hay presupuesto aprobado.

Sin la Cámara integrada, no hay modo de avanzar en el plan nacional de fondos, lo cual afectaría a todo el gobierno, incluidos los programas sociales y de inversión, además de salarios de funcionarios federales.

Los republicanos se culpan entre sí por el desorden, como la representante Marjorie Taylor Green (Georgia), quien acusó a sus colegas de unirse a demócratas para derrocar a Kevin McCarthy (California) como presidente de la Cámara.

El caos en que se encuentra en la Cámara es, en gran medida, por iniciativa del representante Matt Gaetz (Florida), quien puso sobre la mesa derrocar a McCarthy, plan al que se unieron los demócratas.

A pesar del bloqueo que significa para la agenda legislativa y presupuestal, Gaetz defendió su decisión.

“Estamos sacudiendo Washington, D.C. […] ¿Y sabes qué? Es un desastre. Pero la única razón por la que la gente piensa que hay caos en esta ciudad en este momento es porque los intereses especiales ya no tienen el control. Creo que vamos a mejorar el puesto de presidente de la Cámara”, dijo Gaetz a CNN.

McCarthy criticó a Gaetz y reconoció que esto nunca había ocurrido en la Cámara.

“Creo que todo el país le gritaría a Matt Gaetz en este momento”, dijo. “Es una situación difícil impulsada por una persona por su posición personal, su propia animosidad hacia mí”.

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