El COVID prolongado puede empeorar los trastornos de salud mental: expertos
Según algnos especialistas, es probable que pacientes experiementen síntomas de salud mental, como fatiga, confusión mental, alteraciones del sueño y taquicardia, pueden imitar síntomas prolongados de COVID
El COVID prolongado es una condición genuina que merece una atención clínica adecuada y que las enfermedades mentales no deben ser estigmatizadas. Crédito: Dragana Gordic | Shutterstock
En medio de la pandemia global de COVID-19, ha surgido una preocupación creciente sobre la persistencia de los síntomas en aquellos que han superado la fase aguda de la infección, conocida como COVID prolongado o PASC (Post-Acute Sequelae of SARS-CoV-2). Aunque la atención se ha centrado en los efectos físicos a largo plazo, es crucial reconocer el impacto significativo que el COVID prolongado puede tener en la salud mental de los afectados.
Los expertos han dejado claro que las enfermedades mentales no son la causa del COVID prolongado. Sin embargo, el estrés emocional y la ansiedad generados por la pandemia pueden exacerbar los trastornos de salud mental existentes o desencadenar síntomas psiquiátricos nuevos en aquellos que experimentan PASC.
La declaración, difundida en la revista Physical Medicine and Rehabilitation de la Academia Estadounidense de Medicina Física y Rehabilitación (AAPM&R), ofrece una guía valiosa para la evaluación y el tratamiento de los síntomas de salud mental en pacientes con PASC.
Desarrollada por un grupo de trabajo multidisciplinario que incluye expertos en medicina física, neurología, neuropsiquiatría, neuropsicología, psicología de rehabilitación y atención primaria, esta guía representa un esfuerzo integral para abordar los desafíos complejos que plantea el COVID prolongado.
La fisiatra Abby Cheng, MD, coautora de la guía, subraya la importancia de reconocer la realidad del COVID prolongado y destaca que las condiciones de salud mental no son la causa subyacente. Muchos pacientes han enfrentado la incredulidad de sus seres queridos y, a veces, de los profesionales de la salud, quienes han minimizado sus síntomas al atribuirlos a problemas mentales.
Cheng enfatiza que el COVID prolongado es una condición genuina que merece una atención clínica adecuada y que las enfermedades mentales no deben ser estigmatizadas ni malinterpretadas como la causa de los síntomas prolongados.
La infalamaión causada por Covid puede empeorar lossíntomas de salud mental
Según la declaración de orientación, la ansiedad y la depresión se han identificado como el segundo y tercer síntoma más común del COVID prolongado. Este hallazgo destaca la necesidad crítica de abordar no solo los aspectos físicos, sino también los mentales de la recuperación a largo plazo.
Cheng explica que la respuesta inflamatoria del cuerpo, especialmente las citoquinas circulantes, podría contribuir al empeoramiento de los síntomas de salud mental o desencadenar nuevos síntomas de ansiedad o depresión. Además, se está investigando la conexión entre la persistencia del virus en el cuerpo, los coágulos de sangre y los cambios en el microbioma intestinal con la salud mental en pacientes con COVID prolongado.
La guía enfatiza que los síntomas de salud mental en pacientes con COVID prolongado pueden imitar los síntomas físicos de la enfermedad, como fatiga, confusión mental, alteraciones del sueño y taquicardia. Por lo tanto, es esencial que los profesionales de la salud adopten un enfoque integral en el tratamiento, reconociendo la interrelación entre los aspectos físicos y mentales de la recuperación.
El tratamiento recomendado es el mismo tanto para aquellos con COVID prolongado como para aquellos con enfermedades mentales, e incluye el manejo de condiciones médicas coexistentes, terapia de apoyo, terapia cognitivo-conductual e intervenciones farmacológicas.
Además, la guía ofrece pautas claras para los profesionales de atención primaria, sugiriendo que, cuando sea posible, sean la primera línea para abordar los síntomas de salud mental. Sin embargo, también reconoce la necesidad de derivar a los pacientes a especialistas cuando los síntomas interfieren significativamente con su funcionamiento y su capacidad para interactuar con la comunidad. Este enfoque estratificado garantiza una atención personalizada y efectiva para cada paciente.
Aunque se ha observado una disminución en los casos de COVID prolongado, la presidenta de medicina de rehabilitación en UT Health San Antonio, Mónica Verduzco-Gutiérrez, MD, advierte que sigue siendo una preocupación significativa. La guía destaca las estimaciones de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, que indican que aproximadamente el 7% de los adultos estadounidenses y el 1.3% de los niños han experimentado COVID prolongado.
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