Exentrenador de atletismo en Boston engañó a mujeres estudiantes para que le enviaran fotos desnudas

Steve Waithe, quien fue entrenador de atletismo en diversas universidades, utilizó su posición de confianza para traicionar a sus alumnas y extorsionarlas para su propia gratificación sexual

Northeastern University

Mientras era entrenador de atletismo en Northeastern, Waithe solicitó los teléfonos de sus estudiantes con el pretexto de filmarlas en las prácticas. Crédito: Maddie Meyer | AFP / Getty Images

Muchos agresores sexuales se valen de la tecnología para operar, como ocurrió con un exentrenador universitario de atletismo de Chicago, quien urdió un plan de acoso cibernético y extorsión para obtener imágenes desnudas de estudiantes-atletas de todo el país.

De acuerdo con el sitio Law & Crime, Steve Waithe, de 30 años, se declaró culpable en un tribunal federal en Boston esta semana de 12 cargos de fraude electrónico, uno de acoso cibernético, uno de conspiración para cometer fraude informático y uno de fraude informático.

La jueza del Tribunal de Distrito de los Estados Unidos, Patti B. Saris, programó la sentencia para el 6 de marzo de 2024. Waithe fue arrestado y acusado mediante denuncia penal en abril de 2021 y posteriormente acusado formalmente por un gran jurado federal en diciembre de 2021, según se dio a conocer en un comunicado del Departamento de Justicia del Condado de Massachusetts.

“Hoy, este exentrenador finalmente admitió haber utilizado su posición de confianza para traicionar a sus alumnas cuando las extorsionó para su propia gratificación sexual. Incluso llegó a acosar cibernéticamente a una de ellas. No se equivoquen, los depredadores se presentan en muchas formas diferentes y Steve Waithe no es una excepción”, dijo Jodi Cohen, agente especial a cargo de la Oficina Federal de Investigaciones, División de Boston.

Cohen agregó que el acoso cibernético es un delito grave que puede causar daños duraderos, pero que en la mayoría de los casos las víctimas no denuncian al creer que no se hará nada, y espera que esto sirva para demostrar que no es así.

El modus operandi

Waithe trabajó anteriormente como entrenador de atletismo en varias instituciones académicas, incluidas la Universidad Northeastern, la Universidad Penn State, el Instituto de Tecnología de Illinois, la Universidad de Tennessee y la Universidad Concordia de Chicago.

Mientras era entrenador de atletismo en Northeastern, Waithe solicitó los teléfonos celulares de estudiantes-atletas con el pretexto de filmarlas en las prácticas y en las competencias, así fue como clandestinamente se envió a sí mismo fotos explícitas de las víctimas que previamente habían sido guardadas en sus teléfonos.

Durante un año el exentrenador manipuló, explotó y, en un caso, acosó a mujeres jóvenes de todo el condado, escondiéndose detrás de una red de cuentas de redes sociales anónimas y personas falsas que él mismo diseñó.

Waithe contactaba a las mujeres con el pretexto de que había encontrado fotos comprometedoras de ellas en línea y después les ofrecía “ayuda” para borrarlas de internet, por lo que les solicitaba fotografías de desnudos para “búsquedas inversas de imágenes” y de esta manera localizar cualquier material incriminatorio, informó NBC.

Al menos una joven estudiante y atleta fue contactada vía Snapchat por el sujeto, quien robó fotografías comprometedoras cuando la víctima estaba en el equipo de atletismo de Northeastern, con ellas la acosó cibernéticamente por un tiempo.

La investigación arrojó que el exentrenador realizó búsquedas en Google sobre cómo hackear cuentas de Snapchat y cómo evitar que la gente rastreara una cuenta falsa de Instagram hasta él.

Además, creó al menos dos personajes femeninos, “Katie Janovich” y “Kathryn Svoboda”, para obtener fotografías de mujeres desnudas y/o semidesnudas, so pretexto de una “investigación de atletas” o un estudio de “desarrollo corporal”. Enviaba a las víctimas correos electrónicos, los cuales incluían archivos adjuntos de muestras de imágenes de desnudos y semidesnudos para ilustrar los tipos de fotografías que debían enviar.

La posible sentencia

El cargo de fraude electrónico prevé una sentencia de hasta 20 años de prisión por cada cargo, tres años de libertad supervisada y una multa de 250,000 dólares.

El cargo de ciberacoso prevé una pena de hasta cinco años de prisión, tres años de libertad supervisada y una multa igual a la anterior.

Mientras que los cargos de conspiración para cometer fraude informático y fraude informático, complicidad, prevén cada uno una sentencia de hasta cinco años de prisión, tres años de libertad supervisada y una multa de 250,000 dólares.

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