Diáspora salvadoreña en LA respalda a Nayib Bukele
La popularidad del mandatario con licencia apunta hacia una candidatura y reelección
Centenares de miembros de la diáspora salvadoreña en Los Ángeles se congregaron en el MacArthur Park para solidarizarse con el presidente Nayib Bukele y a respaldar sus pretensiones de ser el candidato del partido Nuevas Ideas para buscar la reelección.
El 30 de noviembre, Bukele renunció a la presidencia de El Salvador para presentarse nuevamente a las elecciones de su país, donde se le reconoce por haber “extirpado el cáncer” de la inseguridad que asoló a la nación centroamericana por décadas.
La presidenta interina Claudia Rodríguez de Guevara, la primera mujer jefa de Estado de El Salvador asumió el cargo el 1 de diciembre. Se espera que mantenga la presidencia hasta junio de 2024.
“Conozco de primera mano a los gobiernos anteriores a Bukele, y puedo decir que nuestro país tenía un cáncer llamado inseguridad; él ha extirpado ese cáncer y nuestro país tiene paz”, dijo Ricardo Marroquín, un salvadoreño de 48 años que llegó desde Seattle, Washington, al llamado “Dia Internacional de Bukele” en el Parque MacArthur.
“En lo económico, social y educación, El Salvador es un país destino con Nayib Bukele”, añadió Marroquín, quien se desempeña como locutor de radio en Seattle y distribuye productos latinoamericanos.
Aunque la Constitución de El Salvador prohíbe a los presidentes cumplir un segundo mandato consecutivo, Nayib Bukele, de 42 años, ha sugerido que su candidatura a la reelección es legal.
De hecho, desde Maximiliano Hernández Martínez, dictador en 1939, Nayib Bukele es el primer político salvadoreño que se postula a una reelección, la que podría ganar fácilmente y sin fraude. El mandatario con licencia cuenta con mayoría de las preferencias y supera al 70 % de la población.
El aval de su candidatura fue logrado, gracias a la reinterpretación de la Constitución, por parte de los nuevos jueces del Tribunal Constitucional, quienes dictaminaron que un presidente podría postularse de nuevo si renunciaba a su mandato seis meses antes de la toma de posesión de 2024.
En septiembre, con una inversión anual de $30 millones, Bukele anunció la sexta fase de su plan de Control Territorial denominada “Integración”, enfocada a atender las necesidades a mediano y largo plazo de la población salvadoreña desfavorecida.
“Bukele es el mejor presidente que ha tenido El Salvador en la historia; en cuatro años y medio ha hecho lo que otros no hicieron en 40 años”, consideró Nelly Gallegos, residente salvadoreña de Los Ángeles.
En efecto, durante décadas, la Mara Salvatrucha (MS13) y dos bandas de la Calle 18 (Barrio 18) dominaron mediante la extorsión a sangre y fuego el panorama criminal.
En 2015 el “Pequeño Pulgarcito” de América estaba considerado uno de los más violentos del mundo con 5,656 homicidios, es decir, 106 muertes violentas por cada 100,000 habitantes.
Con la llegada de Bukele al gobierno, desde marzo de 2022, promulgó un régimen de excepción [estado de emergencia] como respuesta a una brutal masacre de pandillas que dejó 87 asesinatos.
Gracias a esas medidas, las fuerzas de seguridad acabaron con las pandillas y arrestaron a decenas de miles de presuntos miembros y colaboradores de pandillas. Más de 70,000 se encuentran detrás de las rejas. Los que escaparon al arresto se tuvieron que recluir en la clandestinidad o al exilio.
“Bukele, el hombre que nos recobró la fe y la esperanza”
Deisy Cabrera, agente de seguros de vida en Los Ángeles expresó que la celebración del “Día Internacional de Nayib Bukele” surgió como una idea para defenderlo “de todos los ataques de la comunidad internacional y de derechos humanos, por lo que estaba sucediendo en El Salvador”.
El régimen de excepción que impuso Bukele suspendió derechos fundamentales de las personas y ejecutó su política de mano dura contra las pandillas, a las que todos los salvadoreños responsabilizaron por la ola de terror que vivieron en barrios y comunidades por décadas.
Ella y otro compatriota de Virginia comenzaron a planear la concentración de los salvadoreños de la diáspora en apoyo a Bukele.
“Todo fue madurando, hasta este año que conocimos que él se inscribió como candidato y decidimos pronunciarnos de que lo apoyaríamos”, dijo.
El respaldo se hizo en MacArthur Park, el mismo sitio que Bukele visitó hace seis años cuando era presidente municipal de San Salvador y planeaba postularse para la presidencia.
Deisy Cabrera emigro a Estados Unidos justo después de la ofensiva militar de noviembre de 1989, cuando tenía 15 años y era una edad muy peligrosa para ella como joven.
“Era decisivo para todos, o podrías morir por la guerrilla o los Escuadrones de la Muerte”, recordó. “Pero gracias a Dios, mis hermanos que vivían aquí me trajeron a Estados Unidos”.
Posteriormente, ya no pudo regresar a su país natal. Ella tenía la esperanza de que, con los Acuerdos de Paz firmados en México -en 1992- la paz regresaría a El Salvador.
“Vino la pobreza y la inseguridad con las pandillas y perdí toda esperanza de volver”, dijo. “Por eso le agradezco al presidente Bukele por la paz que tiene nuestro país; él es el hombre que nos hizo recobrar la fe, la esperanza y el amor a los salvadoreños”.
El horror y la muerte a causa de las pandillas
Con la aplicación de una política de mano dura contra las pandillas, la Policía Nacional de El Salvador registró 142 homicidios entre el 1 de enero y el 11 de septiembre de 2023, un 72% menos que los 519 del mismo periodo en 2022.
Desde que Nayib Armando Bukele Ortez decretó el estado de excepción, al menos 72,000 presuntos pandilleros y sus esbirros fueron capturados. La mayoría están en prisión por el delito de asociación ilícita o con detención provisional sin condena firme. Poco más de 7,000 fueron puestos en libertad por falta de pruebas.
Bukele ha sido denunciado por Derechos Humanos de no respetar el debido proceso de los pandilleros o presuntos miembros asociados a las pandillas.
“¿Dónde estaban hace 40 años los de Derechos Humanos cuando asesinaban a nuestros familiares?”, preguntó Ana Thompson, una mujer salvadoreña que reside en Las Vegas, Nevada, y quien acudió al mitin en el Levitt Pavilion del MacArthur Park.
. “A mi tío, Fabio Mejía lo asesinaron en 2016 porque no pudo pagar dos dólares para entrar a la colonia donde vivía (en Metapán, departamento de Santa Ana)”.
¿Dónde estaban los de Derechos Humanos cuando mataron [en 1984] a mi tía, con una piedra en la cabeza?”, agregó. “Ella le daba de comer a la guerrilla, y después hacia lo mismo con los Escuadrones de la Muerte…¡A ella la mataron frente a sus nietos!”.
Por esas razones, y ahora con la paz en su país, Ana se ha unido a las voces que apoyan a Nayib Bukele, “porque la paz es esencial para nuestro país”.
“Tenemos al mejor presidente del mundo”, valoró. “Mi padre, Santiago Mejía, que ya tiene 89 años, no iba a El Salvador desde que mataron a su hermano; ahora se va y se queda hasta por 10 meses y tengo que ir por él, porque ya no se quiere regresar a Estados Unidos”.