Existe un vínculo entre la depresión y la temperatura corporal: qué dice un estudio
Un estudio de la Universidad de California en San Francisco revela una asociación entre la depresión y temperaturas corporales más altas, sugiriendo nuevas vías de tratamiento. Este hallazgo destaca la importancia de abordar el abuso de sustancias como parte integral del tratamiento de la depresión
Los resultados sugieren que las alteraciones en la temperatura corporal pueden ser un factor relevante en la etiología de la depresión. Crédito: Zuzana Semanova | Shutterstock
Un estudio dirigido por la Universidad de California en San Francisco ha revelado una asociación entre la depresión y temperaturas corporales más altas, planteando la posibilidad de un nuevo enfoque para el tratamiento de este trastorno mental.
Publicado en Scientific Reports, el estudio examinó datos de más de 20,000 participantes internacionales que llevaban dispositivos para medir la temperatura corporal y también informaban sobre sus síntomas de depresión a diario.
Los resultados mostraron que a medida que aumentaba la gravedad de los síntomas de depresión, los participantes presentaban temperaturas corporales más altas. Sin embargo, aún no está claro si la depresión eleva la temperatura corporal o viceversa.
Ashley Mason, Ph.D., autora principal del estudio y profesora asociada de psiquiatría en el Instituto Weill de Neurociencias de la UCSF, señaló que estos hallazgos podrían abrir nuevas vías de tratamiento para la depresión.
“Irónicamente, calentar a las personas en realidad puede conducir a una reducción de la temperatura corporal que dura más que simplemente enfriar a las personas directamente, como a través de un baño de hielo”, dijo Mason. Esto plantea la pregunta de si el seguimiento de la temperatura corporal de las personas con depresión podría ser útil para programar tratamientos basados en el calor.
Aunque estudios anteriores han sugerido una correlación entre la temperatura corporal alterada y la depresión, este estudio es el más grande hasta la fecha en examinar esta asociación en una muestra geográficamente amplia. Los resultados sugieren que las alteraciones en la temperatura corporal pueden ser un factor relevante en la etiología de la depresión y podrían influir en el desarrollo de nuevos enfoques terapéuticos.
Tratamientos para la depresión
Los investigadores también encontraron que las diferencias más pequeñas entre la temperatura corporal durante el día y la noche, así como una menor variabilidad en la temperatura corporal diurna, estaban asociadas con una mayor gravedad de los síntomas de depresión.
Estos hallazgos podrían proporcionar más pistas sobre los mecanismos subyacentes de la depresión y cómo abordarla desde una perspectiva terapéutica.
Además, se ha observado que tratamientos como el uso de jacuzzis o saunas pueden tener efectos positivos en la depresión al ayudar al cuerpo a enfriarse. Esto sugiere que regular la temperatura corporal podría ser un enfoque prometedor para el tratamiento de la depresión.
El estudio destaca la importancia de comprender la conexión entre la temperatura corporal y la salud mental, especialmente en un momento en que las tasas de depresión están en aumento en los Estados Unidos y en todo el mundo. Se necesitan más investigaciones para explorar cómo se puede utilizar esta información para desarrollar intervenciones más efectivas para la depresión.
El abuso de sustancias es un factor importante a considerar en el contexto de la depresión y el tratamiento de trastornos mentales. Las personas que sufren de depresión a menudo recurren al abuso de sustancias como una forma de automedicación, lo que puede complicar aún más su salud física y mental.
La conexión entre la temperatura corporal y la depresión destaca la necesidad de abordar el abuso de sustancias como parte integral del tratamiento de la depresión. Los programas de tratamiento integrados que abordan tanto la depresión como el abuso de sustancias pueden ser más efectivos para ayudar a las personas a recuperarse y mantener una salud mental y física óptima.
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